Montamarta podría perder cerca del 30% de las subvenciones concedidas para el Área de Regeneración Urbana (ARU) declarado en parte de este municipio por falta de propietarios dispuestos a aprovechar las ayudas. El ARU fue aprobado a finales de 2015 para 35 viviendas con una inversión por parte de las administraciones públicas de 360.000 euros, que se repartiría en dos ejercicios. Si en 2016 se reformaron en Montamarta 20 viviendas con la ayuda de este dinero, para la fase de 2017 solo se han registrado tres solicitudes.

El plazo para presentar las instancias y toda la documentación pertinente finalizó el 30 de diciembre, pero ante el escaso número de solicitudes presentadas el Ayuntamiento concedió otro mes de prórroga. Aun así, por el momento solo tienen conocimiento de que un cuarto propietario esté interesado en reformar su vivienda, informa la alcaldesa Cristina Folgado, por lo que temen que se pierda la oportunidad de arreglar otras 11 casas más y con ello parte del dinero aprobado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y por el Ministerio de Fomento para este municipio.

Además de 35 viviendas, el ARU de Montamarta iba a servir para reurbanizar tres calles y rehabilitar dos edificios de equipamientos municipales, concretamente el velatorio y el polideportivo, aunque esta última partida fue suprimida por el Gobierno. En cuanto a la cantidad que reciba el Ayuntamiento para el arreglo de calles, esta dependerá del montante final de la inversión en este ARU, por lo que habrá que esperar a saber cuántas viviendas se beneficiarán finalmente de las ayudas. En cualquier caso, el dinero se deberá emplear en obra básica como asfaltado, construcción de aceras o la dotación o renovación del alumbrado público o las redes de abastecimiento y saneamiento en las vías afectadas.

De igual modo, el dinero invertido en las casas también se debe destinar a obras que garanticen la estabilidad estructural de los inmuebles. El objetivo de una declaración de este tipo es asegurar las fachadas y las cubiertas de las viviendas, mejorar su aislamiento y su impermeabilización. Además de mejorar la habitabilidad de los edificios tanto en lo que se refiere a las instalaciones como a la accesibilidad para personas de movilidad reducida. El municipio de Montamarta ya se benefició de otro Área de Rehabilitación Integral (ARI) -antes de que le cambiaran el nombre a ARU- entre los años 2011 y 2014 con el que se reformaron 11 viviendas y se construyó un edificio de equipamientos.

El creciente envejecimiento y la despoblación en toda la comunidad de Castilla y León hacen que los ARU o ARI sean muy codiciados por cientos de municipios en la región, pues la mejora de las viviendas ayuda a arraigar la población y además permite que algunos vecinos de edad avanzada puedan permanecer más años en sus casas si se adaptan los inmuebles a personas con movilidad reducida. La provincia de Zamora es una de las que ha gozado de más proyectos de este tipo en los últimos años, concretamente 25 de los 82 desarrollados en toda Castilla y León, según recordaba hace unos días el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en una visita a Castroverde de Campos.

Actualmente se encuentran en desarrollo 7 ARUs en Benavente, Zamora capital, Casaseca de Campeán, Villalobos y en los pueblos de la Mancomunidad Hábitat Rural -Villafáfila, Pajares de la Lampreana, Villalba de la Lampreana, San Agustín del Pozo, El Perdigón, San Marcial y Tardobispo-, además de los de Montamarta y Castroverde de Campos.