El uno de noviembre de 1466, dentro del espacio territorial de la diócesis de León, en plena corona leonesa, aconteció que trece municipios (doce de la propia diócesis de León y uno de la diócesis de Zamora), proclamaron, en acto solemne convocado al efecto, de carácter público y con presencia activa de los estamentos oficiales ante notario, la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Tal proclamación social mariana del siglo XV, de estas trece poblaciones, tuvo lugar en el entorno territorial, ubicado mayoritariamente dentro de la diócesis de León, en el entorno convivencial leonés de la población de Villalpando y, por ende, de la corona leonesa. Las treces poblaciones leonesas que ejercitaron su acción de compromiso social y cristiano en pro de la Inmaculada Concepción de la Virgen María fueron: Cañizo, Cerecinos de Campos, Cotanes del Monte, Prado, Quintanilla del Monte, Quintanilla del Olmo, San Martín de Valderaduey, Tapioles, Villalpando, Villamayor de Campos, Villanueva del Campo, Villa r de Fallaves y Villárdiga.

Este año 2016 se cumplen los 550 años del Voto de Villalpando y su tierra en pro de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

El Voto de Villalpando y su tierra (en la ahora constitucional región Reino Leonés-de la corona leonesa-en la España nación, dentro de la actual provincia leonesa de Zamora, (en la comarca natural de la Tierra de Campos Góticos) es un voto colectivo, primigenio en el mundo, de amplia magnitud social y efectuado, en su acción procedimental, con amplia responsabilidad de todos y cada uno de sus intervinientes, dándole la más alta y cimera significación pública, mayestática y exteriorizante, y hacerlo en aras, justo es decirlo, de que el mismo fuera conocido (tanto por los próximos como por los lejanos), difundido (hacia toda la cristiandad) y, queremos entender, para que (general y universalmente) fuera asumido por todos los creyentes. Se trato de un acto que, por sí, tiende a trascender.

Con lo hecho en la leonesa Villalpando vino, mucho tiempo después, la declaración del Vaticano sobre el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

Los trece pueblos hicieron, desde su propio hábitat de la leonesidad convivencial, un voto social mancomunado y explícito que sirvió, en gran utilidad, de ejemplo universal y de categorización de los principios de la religión cristiana.

Sea ahora de amplia felicitación, ¡ y enhorabuena!, a los trece pueblos del Voto de Villalpando y su tierra, por los 550 años del mismo, en el mantenimiento permanente, con todas y cada una de las refrendaciones del mismo, de las generaciones de todos y cada uno de sus habitantes.

¡Gloria, honor y reconocimiento para los trece pueblos del Voto de Villalpando y su tierra!

Por ellos mismos, sin foraneidades al uso, lograron, de un singular y paradigmático acuerdo, hacer una huella propia, indeleble y perpetua en toda la cristiandad. La Inmaculada es la Patrona de España, y en su festividad del 8 de diciembre de cada año, sobre tal hecho, se refleja constantemente El Voto de Villalpando y su tierra, los treces pueblos de la universal excelencia mariana.

Nuestra gente supo ser. Nuestra gente supo estar. Desde la sencillez convivencial cotidiana de sus pueblos, se encaramaron, ¡por si solos!, hacia los hitos más grandes, magníficos y excelsos de la cristiandad. Son parte alícuota cimera, ¡muy importante!, de la memoria universal. Un ejemplo, para siempre, a seguir.

(*) Miembro del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo