Empezando por el viernes en Roales del Pan. La genial bailaora Ángela Españadero y su nutrido grupo hicieron las delicias del respetable con creces en su II Noche Flamenca de auténtico postín. Hay que ir a por la tercera y sucesivas, Roales se lo merece. También la exitosa y completa Velada Flamenca de Castroverde de Campos, de la que ya se ha dada cumplida noticia en La Opinión - El Correo de Zamora de ayer domingo. Hoy lunes toca el turno de Coreses para poner la guinda a este monumental pastel. ¡Vaya por la Zamora Flamenca!

Coreses en su multiusos la Arena, con un lleno completo sin rebosamientos -la entrada costaba 8 euros para una población rural acostumbrada a lo gratuito. Con destino de parte de la recaudación, al Banco de Alimentos- En una iniciativa que ha partido de dos buenos aficionados como son Lorenzo Masero y José Peña, muy bien respaldados por el alcalde y su corporación. Así, nacía para el mundo del flamenco este primer hito jondo. Se han dejado ver sobre sus sillas significados aficionados zamoranos, como el presidente peñista Santiago García Martín, Celedonio Pérez, Eduardo Abril, Eleuterio Sánchez, Ana Mulas, Luis González o el ecijano Chemi López. Sin duda la ocasión lo merecía.

Abre la noche Eva Valle y Antonio Regalado. Me apresuro a decir de la del Pego que es la mejor actuación que le he escuchado. Incluyendo la del viernes en Castroverde, en la que estuvo muy lucida. Pero en Coreses, es posible que haya eclosionado de forma concluyente. Parte de su repertorio habitual con algunas perlas muy significativa, sobre todo en el plano de la ejecución, rotunda y flamenca. Malagueña de La Peñaranda y rondeña. Tientos -tangos. Seguiriya. La primera, en la línea de Paco La Luz, Fillo y tres cierres: Juan Junquera, cabales del Loco Mateo y la de Curro Durse. Poco o nada habitual en la finalización del cante por seguiriyas, que independientemente de lo que digan los cánones, no se hace por el desgaste físico que supone, pero La Niña prueba que puede con todo. Soleares del Mellizo, Paquirrí El Guanté, Alcalá, Juaniquí de Lebrija, Silverio, Antonio El Portugués y Juanillero de Marchena. Siguen por fandangos y canción por bulerías. Aplauso estruendoso con mucho público puesto en pie.

Llega el turno de Ángel Hernández y Miguel El Churre con agradecimiento a los impulsores y organizadores del evento, Masero y Peña. Tientos y tangos. Soleares, las cuatro de Alcalá. Alegrías. Petenera dedicada "A Menese que estará en el cielo y para todos Ustedss". Medina El Viejo, Niño Medina y Niña de Los Peines. Muy bien ejecutada. Rematan por fandangos con dedicación expresa a Pedro Cintas y a todos los galgueros. Aplausos a raudales de reconocimiento por el gran esfuerzo que supone subirse a un escenario para cantar flamenco.

Innovación a raudales

La presentadora de todo el concierto, Carmen Ferreras, hace referencias a la entrevista realizada por Celedonio Pérez Sánchez al Pedro Cintas en el periódico, aprovechando para hacer mención de su condición de gran compañero, buen periodista y excelente escritor. El auditorio lo entendió enseguida y respondió con generosa ovación.

Pedro Cintas, la gran atracción de la noche, y el colofón del fin de semana, actuó a lo grande. Como corresponde a una auténtica figura del flamenco actual. Innovación creativa a raudales sin dejar la autovía de la esencia. Abre, como siempre arropado por su grupo, Antonio García al toque, con las palmas y jaleos de José Moreno El Cano y Manu González. Primorosos en su primera comparecencia por soleares para marcar territorio. La primera de Silverio, la soleá petenera en terminología de Pepe de la Matrona, para continuar por la de Charamusco en adjudicación de Antonio Mairena. Hasta siete con la misma musicalidad. Vuelvo a reiterar, Charamusco -un pobre hombre obrero campesino de los pagos de Jerez, además de poco afortunado cantaor- cogió una soleá, según decía de Juanichi El Manijero, este, a su vez, la aprendió en Triana o en Jerez de Curro Frijones, trotamundos del cante y afincado habitualmente en el barrio sevillano, finalmente, Frijones la había aprendido de ese gran creador conocido como Paquirrí El Guanté, gaditano pero claramente influido por los aires de Triana. Pues lo dicho, excelsa interpretación de Pedro y su grupo.

"Zamora es como mi casa. Cuando vengo, los amigos me reciben como uno más de la familia. Por eso, aquí me encuentro como en mi propia casa".

Alegrías, con una muy personal ejecución, como estaba siendo la tónica general de toda la actuación. Malagueña grande del Mellizo, fandango de Frasquito Yerbagüena y rondeña. Otra forma de innovación en el pacense consiste en forzar los melismas hasta el infinito, explotando sus enormes facultades vocales hasta el límite. Continúan por una preciosa riestra de tangos extremeños. Seguiriyas de Manuel Torre, Paco La Luz y El Tuerto La Peña, cerrando su magnífica presencia por bulerías en las que se acordó de Tío Borrico, Turronero y sobre todo de Antonio Mairena.

En resumen, culminación magistral a todo un fin de semana flamenco en nuestra provincia ¡Qué siga la racha!