Pontejos del Vino celebró ayer con alegría la fiesta de su patrono Santiago Apóstol. Una cita que en su día grande comenzaba con la misa que oficiaba el párroco local Vicente Blanco en la iglesia de la Asunción, y en la que tenía un protagonismo especial el coro parroquial, que fue el encargado de los cánticos religiosos.

En los primeros bancos se encontraba la representación municipal con el alcalde Miguel Ángel Piorno, el teniente alcalde, natural de este anejo de Morales del Vino, Daniel de Mena además de los concejales Fernando Castaño y Raúl Castaño.

La procesión alrededor de la iglesia daba paso al homenaje que el pueblo rendía a Teodora Hernández Martín al hacer cumplido los 85 años, edad en la que se enmarca habitualmente el reconocimiento vital en esta localidad. Nacida y criada en Pontejos, la octogenaria acudía ayer desde Zamora donde reside, acompañada de su única hija y familiares para recoger de manos de las autoridades municipales la placa de reconocimiento a su longevidad. "En principio me quede sorprendida pero luego vi que era un detalle y quise estar presente ya que mi marido, de la misma edad que yo, murió hace poco y no pudo recibirla". Teodora Hernández tiene dos nietas y una biznieta.

La fiesta continuaba por la tarde con un campeonato local de rana , el partido de burro-polo y los bailes populares con los que se cerraba el programa festivo que comenzaba la semana pasada con numerosas actividades como la actuación de Cepa y Sarmiento, el mercado artesanal, la comida de hermandad o la instalación de atracciones infantiles para los más pequeños.