Un incendio se extendió en la tarde de ayer por el corazón del Parque Natural Arribes del Duero, elevado recientemente además a la figura de Reserva de la Biosfera, por cerca de un centenar de hectáreas de los términos de Fermoselle, Pinilla y Fornillos de Fermoselle.

Debido a la extensión quemada, y al superar la superficie de treinta hectáreas, la Junta de Castilla y León declaró el incendio del nivel 1.

La rápida expansión de las llamas, avivadas por el viento reinante, preocupó especialmente a los vecinos de Fornillos y Pinilla que temieron porque el fuego afectara a masas arboladas importantes y apreciadas como los encinares y los alcornocales.

De hecho, quedó afectado un alcornocal, además de monte bajo y también algunas fincas de cereal todavía no cosechadas.

Del origen del incendio fue avisado rápidamente, por un ganadero, el Servicio de Emergencias 112, que trasmitió la incidencia a la Guardia Civil iniciándose la puesta en marcha del operativo contra incendios.

Fuentes locales aseguran que el siniestro, iniciado hacia las 17,45 horas, vino provocado presumiblemente por un rayo.

El incendio comenzó su andadura en la zona denominada La Ribera, entre Pinilla y Fermoselle, pero en la parte fermosellana. El ganadero de Fornillos de Fermoselle, Manuel Bárbulo, que se encontraba con el ganado en las cercanías, y que se disponía a sacar las ovejas del valle por temor a que una descarga de la tormenta pusiera a los animales en una difícil situación por el recrecimiento de la torrentera, se percató entonces de la aparición del fuego.

El denso humo atrajo sin demora a vecinos de Pinilla y de Fornillos, así como de Fermoselle, los primeros temerosos de los perjuicios que podrían ocasionar las llamas en sus arboledas y de las que sacan el máximo rendimiento a sus frutos.

Hacia la media hora comenzaron a sobrevolar el escenario los medios aéreos. La entrada en acción de las aeronaves cambió la situación e impuso el control de las llamas.

En las tareas de control extinción intervinieron ayer, según informa la Junta de Castilla y León, tres helicópteros, un avión de carga en tierra, dos cuadrillas de especialistas en la lucha contra incendios forestales, dos autobombas, dos cuadrillas de tierra y también afectivos del parque de Bomberos de la Diputación provincial de Zamora y agentes de la Guardia Civil.

Las aeronaves cargaban y recargaban sus depósitos en el embalse de Almendra, situado en las cercanías y que debido a su extensión favorecía la actuación de los medios aéreos..

Sin embargo, era evidente y notable en la tarde de ayer el malestar de buena parte de los presentes por la tardanza en intervenir los medios áreos, especialmente de quienes se veían perjudicados por los efectos de las llamas y que seguían de cerca la expansión del fuego. El calificativo de "vergüenza" era algo común en algunos grupos presentes en la zona, y que reparaban en las excelenes calificaciones de conservación que cuenta el territorio donde las llamas desfilaban, durante un tiempo, con una virulencia que asutaba.

El incendio de Arribes del Duero llega en un momento en que el operativo está listo para luchar contra las llamas y viene a evidenciar la preocupación existente entra los ciudadanos y las propias instituciones por la abundancia de vegetación que presentan los campos debido a las abundantes lluvias habidas a lo largo del año.

Aunque son constantes los llamamientos de los responsables de Medio Ambiente a la ciudadanía para que tome todas las precauciones en sus labores agrícolas y en su actividades, el presente siniestro demuestra que el fuego puede surgir por causas ajenas al hombre como son las descargas eléctricas.

Aunque ayer tarde todavía no se tenía perimetrado la superficie afectada por un incendio que seguía activo al oscurecer, los vecinos elevan a más de setenta hectáreas las abrasadas.