La Asociación de Vecinos "Casco Histórico" de Puebla ha presentado esta semana una nueva propuesta a la Alcaldía para regular el tráfico y el aparcamiento de los residentes en las vías del Conjunto Histórico, tras la celebración de una reunión de la asociación y otra con el grupo municipal de Gobierno.

La primera medida solicitada al equipo de Gobierno, y apelando a la buena voluntad, es la retirada de las señales de prohibición que para la asociación "se colocaron de manera arbitraria y no se han retirado", señalización que está ocasionando "confusiones con turistas y visitantes".

La asociación ha trasladado su conformidad con la propuesta del Equipo de Gobierno con la distribución de tarjetas a los residentes. El colectivo vecinal apoya también que se establezca zona de estacionamiento con límite temporal de 30 minutos como máximo en la calle Costanilla para realizar compras.

La Asociación propone que se suspenda la ejecución de la Ordenanza reguladora en tanto no exista alternativa de aparcamiento para turistas. Una vez existan esas alternativas, "se debería dejar la Muralla del Pozo y la puerta del antiguo colegio Amor de Dios, como zonas exentas de plazas de aparcamiento", ya que "de lo contrario se van a originar conflictos entre vecinos por un trato discriminatorio entre los que tienen su vivienda en las proximidades y ocupan esas zonas habitualmente". Desde "Casco Histórico" se señala que si se deja esa zona para aparcar se va a convertir en una zona de "parking" privado para algunas personas, en contra del criterio de igualdad entre todos los residentes de la zona. La asociación condiciona esta limitación a que previamente haya zonas alternativas de estacionamiento.

Otro factor que destaca la asociación es que dadas las características de la población residente en esta zona del pueblo, personas cada vez más mayores que necesitan cuidados continuos "no se debería prohibir el aparcamiento más que en la época estrictamente estival" y fechas puntuales. En este sentido las fechas propuestas son del 15 de julio al 15 de septiembre, los fines de semana de junio y los puentes en época invernal. El resto del año "nuestras calles no tienen apenas visitantes y lo primero es el interés de nuestros vecinos". La última medida, por cuestión de humanidad, es dejar dos plazas de aparcamiento en la Plaza Mayor habilitadas para minusválidos. El no dotar de esas plazas "podría suponer que no tenemos en consideración a nuestros semejantes necesitados de ayuda". Una plaza de parking en una zona de pendiente no es viable para nadie en silla de ruedas o un par de muletas, como constata el colectivo vecinal.