Granja de Moreruela se "mudaba" ayer a Puente Quintos, como cada 25 de abril, para celebrar la romería de La Pedrera. Decenas de romeros de localidades cercanas, como Riego del Camino, acompañaron a los granjeños en esta festividad dado que el buen tiempo invitaba a salir al campo. De hecho, la afluencia fue superior incluso a la romería del pasado año, pese a que se celebró en domingo y no en lunes como este. Las tensiones por la ubicación de la Virgen de los Montes Negros quedaban atrás y todos los romeros disfrutaban de la fiesta, la música popular y las comidas campestres con la familia.

Los niños de Granja fueron los encargados, como manda la tradición, de cargar con el Niño de la Bola, que esperó en el campo a su madre para acudir juntos a la ermita. El templo se quedó pequeño para acoger la misa dada la cantidad de devotos que asistían a la ceremonia, pero las puertas permanecieron abiertas para que el resto siguiera los actos desde fuera. Al salir de la ermita, la mayoría de romeros se quejaba de que no había velas nuevas para encender a la Virgen, sino que el cura había reutilizado las del año pasado, medio gastadas.

Finalizados los actos religiosos, los romeros disfrutaron de las tortillas de patatas, la leche frita y el arroz con leche, los postres típicos de la romería de La Pedrera. Y para bajar lo ingerido, nada mejor que un baile al ritmo de la charanga.

Por la tarde la Virgen y el Niño volvían a salir de la ermita para celebrar la tradicional procesión del encuentro.

La anécdota de la jornada es que al llegar al paraje, los granjeños encontraron el exterior de la ermita vandalizado. Una fachada lateral aparecía con una enorme pintada: "Romería en sábado", firmada por "Bretó". Al parecer, algún vecino de este pueblo reivindicaba que su romería de La Pedrera se celebre siempre en fin de semana para facilitar la asistencia de la gente que trabaja o estudia, y no en lunes, como sucederá la semana próxima.