La Junta de Castilla y León ha iniciado una campaña de persecución de la práctica ilegal de marchas de todoterrenos (TT) que, según las autoridades, está causando "graves y grandes daños en el ecosistema de la comarca de Aliste y a la vez poniendo en peligro tanto la flora como la fauna y el patrimonio material de los pueblos". Los vecinos también están indignados de ver los montes destrozados por esta práctica. "La mayoría son gente de fuera", opinan.

La campaña está dando sus frutos, la segunda operación exitosa se producía el domingo cuando varios agentes de la Consejería de Medio Ambiente pillaban "in fraganti" a un numeroso grupo practicando TT en las cercanías del yacimiento arqueológico "Castro de Mellanes", paraje donde solo hay un camino de entrada y salida. Los agentes atravesaron su vehículo para detener a los participantes pero, dadas las prestaciones de sus todoterrenos, la mayoría lograron fugarse campo a través.

Únicamente lograron identificar, abrir expediente e imponer la correspondiente denuncia a dos personas, con automóvil, residentes en la comarca de Tábara. Días pasados los agentes interceptaron a otro grupo, en este caso con motos, en el monte de Sahú, entre Alcañices y Vivinera. Los motoristas se valieron de sus potentes motos para huir de los agentes que solamente pudieron coger a uno de ellos, residente en Zamora capital.

Según fuentes oficiales consultadas por este periódico, en todos los casos se enfrentarán a elevadas sanciones económicas que superarán los mil euros, las cuales se les impondrán desde la Consejería de Medio Ambiente. Este tipo de prácticas están especialmente prohibidas en yacimientos arqueológicos, pues su protección legal llevaría a actuar a Patrimonio con fuertes multas.

Manuel Gómez-Moreno, que en 1904 realizó el Catálogo Monumental de Zamora señalaba sobre el Castro de la Encarnación: "paraje que llaman al que domina sobre la orilla contraria al río Mena y es uno de los más grandes y conservados que conozco. A su área, en donde vegetan los robles corpulentos, denominan "El Corral". Hacia el sur fórmase una punta encima de la entrada, a enorme altura con su trinchera al pie, y allí está la ermita de La Encarnación arruinada y hecha cementerio. Sólo se habla de hallazgos de monedas en este castro, a más del tesoro consabido, que no sale nunca".

Las autoridades locales alababan ayer la labor de los agentes de Medio Ambiente y pedían que el Seprona se sume a la investigación. Entre las infracciones más graves que se están cometiendo está la de cruzar los ríos con vehículos a motor. En las inmediaciones de la Nacional 122, en el cruce de Villaflor, se localizó otro grupo de TT, hacia las 13 horas.