La Confederación Hidrográfica del Duero ha destinado 117.000 euros para contratar a una empresa que diseñe la mejor forma de resolver los problemas de tratamiento de las aguas residuales de cinco localidades del entorno de la capital, concretamente Arcenillas, Cubillos, Molacillos, Pontejos y Valcabado. La empresa deberá determinar la mejor forma de realizar tanto el emisario, es decir, la tubería principal de aguas residuales como el sistema de depuración más adecuado.

La razón del contrato es que todavía existen localidades que vierten sus aguas residuales sin depurar, y los compromisos asumidos por España obligan a regularizar esta situación en determinados horizontes temporales, según el tamaño de los municipios afectados y si vierten a zonas sensibles.

Según refleja la documentación de la CHD Arcenillas se localiza a escasos ocho kilómetros de la capital zamorana en la margen izquierda al sur del río Duero. Con una población de 406 habitantes "su principal actividad económica es el sector agroganadero, a pesar de que las mayores tasas de actividad se encuentran en el sector servicios, seguido de una relativamente importante industria manufacturera. Su territorio no incluye ninguna figura de protección medioambiental. Cubillos está a siete kilómetros de Zamora, en la margen derecha del Duero y tiene 332 habitantes. Su principal actividad económica está en el sector agropecuario y no incluye su término ningún área natural protegida.

Molacillos se localiza en la vega del río Valderaduey, cerca de Zamora. Con una población de 271 habitantes también se incluye en la comarca de Tierra del Pan, lo que caracteriza su principal actividad económica, la agricultura y la ganadería. Tampoco tiene áreas protegidas. Lo mismo ocurre con Pontejos, con 65 habitantes y con la agricultura y ganadería como actividad principal. Finalmente, reseña la Confederación, Valcabado, municipio limítrofe con Zamora, en la margen derecha del río Duero, con 337 habitantes. Como el resto su actividad principal es la agropecuaria y no tiene áreas protegidas.

Los trabajos a realizar por parte del consultor son la recopilación de toda la documentación necesaria para la identificación del estado de los municipios implicados en materia de depuración de aguas residuales, los problemas existentes y la propuesta al director de los trabajos con las alternativas existentes para solucionarlos.

También debe llevar a cabo todas las tareas necesarias par definir con precisión los proyectos, como la elaboración de memorias técnicas con todas las actuaciones, que incluyen el estudio de alternativas y los trabajos de campo y ensayos, como los topográficos y cartográficos, la campaña geotécnica y la de caracterización de efluentes.

Desde el inicio de los trabajos se establecerán los contactos necesarios con todos aquellos organismos, entidades y empresas concesionarios de servicios. Asimismo el adjudicatario deberá realizar el estudio de la propiedad de los terrenos afectados por las obras y la documentación previa para los estudios y permiso ambientales.

La Confederación exige también que tanto el estudio de impacto ambiental como el proyecto de emisario y depuradora se sometan a información pública, tanto de las personas interesadas como del resto de administraciones.