El ganadero de San Juan de la Cuesta, José Antonio González, ratificó la proliferación de daños al ganado en la zona de Sanabria y la Requejada. Unos ataques que esta semana le han provocado la muerte de dos ovejas muertas y la desaparición de una tercera, sumados al de Doney. El ganadero precisó que el acoso en la zona es prácticamente a diario por la presencia de una manada de entre 6 y 9 ejemplares avistados por vecinos y cazadores.

Las consecuencias de un ataque van mucho más allá de la pérdida de los animales incluso cuando los lobos tras acosar al ganado no consiguen capturar ningún animal frente a la defensa de los mastines. "Las ovejas, como consecuencia del estrés, abortan o dejan de dar leche".

Los animales heridos acarrean infecciones que tardan en curar, lo que repercute en la producción de corderos. González pone como ejemplo las ovejas atacadas en septiembre, que se salvaron de morir, pero que contrajeron infecciones como consecuencia de las mordeduras. Esas infecciones repercuten en las crías hasta el punto de parir "corderos muy pequeños que pesan 200 o 300 gramos". En otros casos "la fiebre provoca que se le corte la leche y sea capaz de amamantar el cordero aunque no quiera y no lo aborrezca".