Jambrina rindió honores ayer a su patrón san Geminiano, una fiesta con una idiosincrasia marcada por los ritos que se viven alrededor de esta celebración, principalmente durante la procesión, cuando los más pequeños volvieron a cumplir con la tradición que lleva aparejada la imagen de san Geminiano, protector de las hernias.

El que fuera obispo de Módena, en Italia, despierta en este pueblo gran devoción por los remedios de salud que se dice otorga y ante esa suerte de gracia se aglutinan a finales de enero los más chicos del pueblo para ser son aupados al paso.

El disparo de cohetes anunciaba a primera hora de la tarde el comienzo del breve recorrido procesional, después de que los fieles devotos adoraran la reliquia del santo.

Con un pequeño recorrido alrededor de la iglesia marchaba el desfile retornaba de nuevo a la plaza donde poco antes de volver a meter la imagen de san Geminiano al interior del templo es costumbre que los cuatro cargadores de las andas coloquen la imagen en el centro de la plaza, dando así posibilidad de que los participantes puedan cumplir con la costumbre de buscar la protección del santo desde bien pequeños.

El vermú y los bailes completaron el programa festivo que se desarrollaba ayer en Jambrina, un pueblo que renovó la tradición y la veneración al obispo italiano.