El salón social de Villaralbo se convirtió ayer en una templo de culto a la experiencia, en un homenaje que con motivo de la festividad de San Ildefonso se hizo a los vecinos mayores de 90 años. Fue Juan Manuel. Bragado el encargado de dinamizar el evento al que acudieron decenas de familiares, amigos y vecinos para arropar con su presencia a algunos de los homenajeados presentes como Fidela Blanco, Felipe Arribas o Atilano Heras, entre otros, que recibieron una placa conmemorativa del acto. Algunos de los homenajeados no pudieron asistir al encuentro por motivos de salud, pero recibieron igualmente sus placas.