El deporte como la práctica ideal para diluir la reseca festiva. Ese podría haber sido el lema del I Torneo Solidario Zangarrón de Sanzoles Maratón 24 horas de Fútbol Sala celebrado entre festejo y festejo navideño en la localidad de Tierra del Vino. La competición, disputada en las pistas al aire libre gracias a la bondad del tiempo, reunió a decenas de jóvenes del pueblo y de fuera, que durante unas horas redimieron el poso festivo con sudor y esfuerzo, la mejor fórmula para empezar de cero. El Zangarrón, como no podía ser menos en una localidad que vive pegada a esta mascarada, también estuvo presente, en el nombre del trofeo y en las medallas entregadas, con la efigie de este personaje.

El torneo estuvo organizado por el grupo de jóvenes de la parroquia de San Zoilo. En el mismo colaboraron también el Ayuntamiento, la Asociación Amigos del Zangarrón, Caja Rural, el Patronato de Turismo de la Diputación y varias firmas comerciales del municipio.

La prueba estuvo abierta a las categorías infantil, cadete, juvenil y adultos. Los partidos se disputaron a un ritmo inesperado en unas fechas cargadas de celebraciones y excesos.

El objetivo de la organización se cumplió con creces: unir a los jóvenes bajo el paraguas del deporte. El principal mentor del evento, el párroco de la localidad Manuel San Miguel, destacaba la gran participación y el clima en el que se desarrolló la competición que, como no, finalizó en una fiesta en la pista del pabellón municipal, marco donde se entregaron los trofeos a los participantes.

Los participantes fueron agasajados con productos de la tierra, convite al que se unieron algunos vecinos y la alcaldesa de la localidad, María Mulas, que no se perdió detalle de la competición.

Los jóvenes de la localidad, como no, durante el acto final comentaron la celebración reciente del Zangarrón, que en esta ocasión encarnó Edgar Arribas, que también participó en uno de los encuentros de fútbol sala disputados.

La mascarada de invierno, declarada fiesta de interés turístico regional, sigue en ascenso, con una proyección nacional como lo demuestra su presencia durante los últimos días en medios de comunicación de otras comunidades autónomas.

Manuel San Miguel sigue en su afán de implicar a los vecinos en el futuro de la localidad en la que viven y ya tiene perfilado un amplio programa de actividades sociales destinado a dinamizar el municipio y crear las bases para su desarrollo económico, la mejor fórmula para frenar la despoblación rural e incrementar la creación de puestos de trabajo.

La intención es crear una plataforma para pergeñar una hoja de ruta que concluya en la reactivación económica de la localidad que, como el resto de municipios zamoranos, pierde población desde hace más de tres décadas sin que las medidas oficiales hayan conseguido frenar esta sangría.