Vezdemarbán se está convirtiendo en un pueblo del Lejano Oeste. De momento no hay cactus ni plantas rodadoras, el dueño de la taberna local no tiene, que se sepa, una escopeta de dos cañones escondida bajo la barra, y tampoco se han visto por la zona malvados indios sioux disparando flechas. Pero sí hay "cowboys", cada vez más. En esta localidad se encuentra el Centro Ecuestre Jaquetón, la primera empresa de Castilla y León en ofrecer entrenamiento de doma "western", al más puro estilo de los vaqueros norteamericanos.

La doma "western" consiste en que caballo y jinete trabajen juntos para controlar un hato de reses mansas, tal y como hacían los vaqueros de Texas en el siglo XIX. En la actualidad estos trabajos de campo han pasado a estar reglamentados y se han transformado en una disciplina deportiva, muy conocida en Estados Unidos y que se está empezado a popularizar en Cataluña y el País Vasco. Simplificado, el jinete debe conducir a las vacas por la arena o conseguir encerrarlas en un corral en el menor número de movimientos posibles con el caballo. Existen numerosas modalidades de competición, algunas individuales como el "cattle penning" o "working cow horse", y otras de equipo como "team penning" y "ranch sorting". Los mejores jinetes incluso pueden atrapar las reses con un lazo, como en las películas de vaqueros.

En cualquier caso, la ventaja de este tipo de doma frente a la clásica y otras es que "existen diferentes niveles de competición, pero los iniciales son más fáciles que en otros estilos, por lo que cualquiera que lleve poco tiempo montando podrá participar y divertirse sin necesidad de ser un experto", asegura el responsable del centro, José Pérez. Del mismo modo, "se puede entrenar a cualquier caballo manso para trabajar con el ganado, sin importar su raza", aunque a nivel profesional la más popular en "western" es el Cuarto de Milla porque su morfología le permite ejecutar movimientos rápidamente.

Los caballistas interesados en aprender "western" no necesitan sus propias vacas, pues el centro ecuestre cuenta con un rebaño para que practiquen. Hace más de dos años algunos de los clientes habituales del centro Jaquetón, de origen vasco, donde ya conocen la disciplina, confiaron en José Pérez, que cuenta con más de 30 años de experiencia, para que domara a sus caballos en esta modalidad, por lo que tuvo que adquirir seis terneros para la tarea. La empresa hizo de la necesidad virtud. Después de hacerse un experto en la disciplina y tras dos años de intrincados trámites administrativos, José ya puede aprovechar las vacas para dar clases. Una evolución lógica para esta empresa, muy vinculada al mundo de los encierros y del acoso y derribo. Están acostumbrados a preparar los caballos para estas modalidades y ahora también trabajan con reses mansas lo cual, aseguran, ayudará a los caballos a enfrentarse a los toros bravos.

Las reses deben de tener un tamaño específico, por eso el centro se ve obligado a renovar periódicamente la cabaña. Sin embargo, "las clases tienen un precio bastante asequible, siempre hemos pensado que es mejor hacer de la equitación algo accesible para las familias, eso ayuda a crear afición, hacer que este mundo crezca y que nunca falten los clientes", afirman desde el centro ecuestre.

La doma "western" se ha hecho muy popular en los últimos años en el norte de España, y "empieza a suceder lo mismo en Castilla y León, es algo novedoso y más entretenido que otras disciplinas para el público general y no se hace daño a los animales", explica José Pérez. Por eso comenzarán a introducir números de "western" en su espectáculo "Flamenqus, Embrujo de Castilla", que ahora combina el baile flamenco con la doma, y que han llevado a numerosas localidades de la región. Así, el espectáculo se renovará y se ampliará, ofreciendo una atractiva mezcla de culturas.