"Los ridículos índices de consumo de áridos, impropios de un país desarrollado, demuestran que la inversión pública en ejecución y mantenimiento de infraestructuras está bajo mínimos, y que la edificación sigue en horas muy bajas, sin haberse resuelto sus problemas estructurales". Esta es una de las conclusiones a las que llegaron los participantes en el IV Congreso Nacional de Áridos, celebrado días pasados en Madrid, donde tomó parte activa lo más granado del sector y se analizó la realidad sin dejar nada en el tintero. No obstante, el foro señaló que, "a pesar de la crisis, se constata el peso económico del sector y el relevante papel en la economía de las zonas rurales, donde con frecuencia es la principal industria".

La provincia de Zamora ocupa un lugar destacado por la abundancia y la calidad de recursos en las diferentes cuentas fluviales. El último censo difundido por el Instituto Geominero habla de casi medio centenar de explotaciones y, aunque son familiares o de pequeño cuerpo empresarial, como en buena parte del país, suman más de un centenar de empleados.

Este congreso sirvió para analizar con profundidad y extensión de pareceres la situación actual del sector, pero también para advertir de la necesidad de enfocar la industria hacia un futuro sostenible y de atender a las nuevas exigencias del cliente, es decir, dar respuesta "a los retos y propuestas que tiene por delante esta compleja industria, y abrir nuevas líneas de trabajo que se espera ayuden a mejorar la posición sectorial en el futuro".

"En los peores momentos de su historia, aún sigue siendo la primera industria extractiva española, en número de empresas, explotaciones, trabajadores y producción. Puede asegurarse que la industria de los áridos es, y seguirá siendo, imprescindible para el Desarrollo económico y Social de España" concluyeron los ponentes, que hacen hincapié en remarcar que "el tamaño medio de las empresas es excesivamente pequeño comparado con los países del entorno (6 ó 7 veces menores que la media de Alemania, Francia o el Reino Unido)".

Sin embargo, los ponentes dejaron claro que "todos los tipos de empresas, incluidas las micropymes son, y seguirán siendo, partes esenciales y complementarias de la estructura del sector".

Se hizo especial hincapié en reparar en los clientes del sector arenero, que "consideran que los productos y servicios del sector de los áridos deberán evolucionar para poder cubrir las nuevas necesidades tecnológicas de sus materiales ligadas, entre otras, a la construcción sostenible y a la economía circular". También hubo una dedicación especial a remarcar "las nuevas tendencias, los cambios y nuevos modelos", reparando en "la complejidad que supone el uso de los áridos reciclados y sus limitaciones en determinados campos como los hormigones, así como la existencia de otros donde su uso se contempla con más optimismo, como las mezclas asfálticas o el uso en capas de forma y rellenos en infraestructuras".

Otro aspecto relevante analizado tuvo que ver con "la mejora continua de las condiciones de seguridad y salud de los trabajadores". El sector está "en índices de accidentes con valores muy por debajo de la mayoría de sectores mineros y de la construcción". Pero el consejo es "seguir progresando hacia el objetivo de "0 accidentes"".

El concepto y el logro de la sostenibilidad fue uno de los aspectos donde más se incidió y fue calificado como "un reto y un compromiso colectivo".

El sector, se concluyó, "se encuentra en una encrucijada decisiva. La Unión Europea está definiendo la nueva política sobre economía circular y de eficiencia en la gestión de los recursos, a la par que todas las Administraciones están impulsando medidas para mejorar la gestión de residuos de construcción y demolición, así como el consumo de áridos reciclados y artificiales". Respecto a España, se resaltó que "el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos PEMAR, la propuesta de Orden Ministerial de tierras y piedras limpias excavadas y otras iniciativas autonómicas tendrán un innegable impacto sobre la industria de los áridos".

Hay todavía mucho campo por delante. "En los escenarios más optimistas de reciclado, todavía lejanos, los áridos reciclados y artificiales no alcanzarán cotas de sustitución superiores al 15%, siendo el restante 85% o más, áridos naturales" se dijo, según recogen las conclusiones del congreso.

Se animó a los empresarios a "asumir que el reciclado no es un competidor, sino una parte del negocio", al igual que se manifestó que "las ventajas sinérgicas son de gran alcance, incluyendo la puesta en valor de los huecos mineros y la facultad de poder valorizar RCD, distribuir los áridos reciclados conjuntamente con los áridos naturales, y gestionar tierras y piedras limpias en la rehabilitación de los huecos mineros".

Otra de las conclusiones a las que llegaron los ponentes en las diferentes mesas es que "el sector debe hacer una apuesta decidida por productos de mayor valor añadido, nuevos productos y nuevas aplicaciones dentro de la construcción o fuera de ésta, así como por diversificar sus actividades".

Del calado y éxito del congreso organizado por la Federación de Áridos y Asociación Nacional de Empresarios de Fabricantes de Áridos dan fe el hecho de que reuniera a más de 650 congresistas, procedentes de más de 16 países y estuvieron presentes 16 de las 17 comunidades autónomas y representantes de varios ministerios.

"Los retos tradicionales del sector- la mejora de los procedimientos de acceso a los recursos, la protección del medio ambiente, la prevención de riesgos laborales, la calidad de producción y de producto, la cualificación de los trabajadores, la imagen del sector, las relaciones con el entorno social- deben seguir siendo áreas prioritarias para asegurar el futuro de las empresas" que tienen en los áridos su razón de ser y el de la sociedad a la que sirven.