Hay un dicho revelador: "el fermosellano y el gorrión en todas partes están". Tomaz García Rodríguez, nacido en 1882 en la villa de los Arribes, fue uno de tantos de aquellos jóvenes que en los albores del siglo XX tuvieron que buscarse el pan fuera de sus raíces. Aquel espíritu inquieto escapó de la penuria y partió a Portugal donde, con mucho trabajo, se labró un sólido porvenir para él y las generaciones venideras. Su matrimonio con Cecilia Augusta de Aguiar, en 1914, vinculó familiarmente dos territorios rayanos en el Duero-Douro y estableció un lazo inquebrantable con la tierra fermosellana.

Tomaz García Rodríguez era el tercero de los diez hijos de Antonio García de la Torre, labrador y "excelente" productor de vino, y María Rodríguez Seisdedos, ama de casa, quienes se casaron en 1864 en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Fermoselle. Su hijo Antonio Regalado García de Aguiar siempre albergó el sueño de escribir la historia de su familia y ha sido finalmente el hijo de éste y nieto del emigrante, Manuel Antonio, quien lo ha hecho realidad. En el mes de mayo de 2014 Iza Flores Marcos, maestra jubilada y apasionada investigadora, recibió una "invitación" para ayudar a concretar aquel antiguo sueño del patriarca de los García de Fermoselle.

Y así nació el libro "La familia de Tomaz García Rodríguez", la historia de una saga de emprendedores que como tantas familias fermosellanas arraigó en Portugal -otros lo harían a Argentina o Brasil- por razones fundamentalmente económicas. En Fermoselle y zonas limítrofes la filoxera ataca desde 1870, destruyendo la próspera producción vinícola.

Según relata Iza Flores en el libro, el joven emigrante se instaló primeramente en Oporto, "tal vez en la casa de Antonio Díez, comerciante, hijo de su padrino de bautismo y de su mujer, Leonor Marcos, de Fermoselle". Comenzó su vida como vendedor ambulante de encajes y bordados y desde ahí se trasladó a Oliveira de Azeméis, en el área metropolitana de Oporto, el que sería su asentamiento definitivo.

Fueron los primeros pasos de una vida difícil. Pero un espíritu "emprendedor y tenaz" hizo que Tomaz García abriera en Oliveira la Casa García o casa Española.

Como revela Iza Marcos en su investigación, Tomaz García siempre quiso conservar la nacionalidad española y a pesar de las dificultades de la época mantiene una correspondencia regular con su familia de España y les ayuda con el envío de ropa, medicamentos y dinero en una época difícil de la Guerra Civil. "Tomás García Rodríguez falleció en 1945 en Oliveira de Azeméis dejando en todos sus descendientes, familiares y amigos una aureola de trabajador honesto y de benefactor plenamente justificada". Tuvo cinco hijos que heredaron el espíritu emprendedor del progenitor, enriquecido con una sólida formación profesional que llevó a algunos de ellos a formarse como ingenieros y desarrollar prósperos negocios.

Explorar la historia de esta familia era "fascinante" para una inquieta escritora, también con orígenes fermosellanos que lleva a gala. "Es la voz de la sangre" cuenta Iza Flores con indisimulado entusiasmo. Porque la investigación confirmó lo que ella intuía, que los García y los Flores eran primos. Por eso aceptó aún con más gusto el encargo del libro, tratando de "recordar y perpetuar la saga de una familia honesta, trabajadora y creativa" que se desenvuelve a partir de su patriarca, Tomaz García.

Muy motivada, Iza Flores Marcos peregrinó por los archivos de Fermoselle, Zamora, Aveiro y Oliveira de Azeméis, lo que le ha permitido armar los árboles genealógicos de las familias García y Aguiar. También recorrió esos mismos pueblos y ciudades por donde discurrió la vida de estos antepasados y así "poder visualizar los ambientes" en los que se desenvolvieron los protagonistas.

La historia documental de la familia se enriquece con valiosas fotografías, "rescatadas muchas veces de baúles destinados para ser quemados en la lumbre y que sin embargo ahora brillan de una manera especial dando encanto a la obra" describe Iza Flores Marcos. Un trabajo con el que Manuel Antonio Alegría ha querido valorizar una familia "con más de cinco siglos de antigüedad, esparcida por todo el mundo, sin haber perdido nunca el reconocimiento ni de su origen ni tampoco de su honra" expresa en el prólogo de la publicación.

A mayores, el libro, de 267 páginas y una cuidada edición a todo color, ubica al lector en los territorios fronterizos donde se fraguó la historia de esta familia y abunda en los lazos siempre fomentados con Fermoselle.

Precisamente la villa de los Arribes, la tierra de los antepasados de esta saga de los García, será el día 10 de octubre el escenario de la presentación del libro. Un acto público en el que se invita a participar a todos los fermosellanos porque esta historia es también parte de la historia de Fermoselle.