Cumplir 70 años no es cualquier cosa, por eso los hijos de Venialbo que han entrado en tan redonda edad han decidido celebrarlo por todo lo alto. Ha sido un acto cargo de emotividad y recuerdos, también se han vivido reencuentros de personas que llevaban años sin verse. Para algunos de los participantes había pasado más de media década sin volver al pueblo. Los actos comenzaron en el salón municipal para después darse un paseo por el pueblo que les vio nacer, visitando la iglesia y varios edificios municipales como las escuelas, donde recordaron su paso por ellas. Los septuagenarios disfrutaron de un aperitivo por los distintos bares del pueblo y una comida de hermandad, para finalizar la fiesta con baile.