Una familia de Faramontanos de Tábara se ha visto obligada a abandonar su casa debido a una plaga de pulgas que tiene su origen en un corral de cabras adyacente a la vivienda. El vecino afectado, Manuel Santiago, se confiesa "harto" de un problema que "llevamos padeciendo desde hace un montón de años".

Ni las sucesivas sanciones al ganadero ni la intervención del Seprona han conseguido erradicar la invasión de los pequeños insectos, aunque Manuel Santiago confía en que "esta persona acabe la nave que está construyendo en las afueras del pueblo y se limpie la zona para que podamos volver a casa".

Parece ser que la avalancha de las pulgas se agravó cuando el ganadero sacó los animales para trasladarlos a otro lugar "y aquello se llenó, la puerta de casa tiene una ranura y se metieron por todos los sitios. Esto es muy triste, clama al cielo que nos hayamos tenido que salir de nuestra propia casa".

Tras mucho tiempo soportando la molesta presencia de las pulgas, la familia de Faramontanos de Tábara decidió a principios de agosto abandonar su hogar en la calle Travesía del Arroyo, "por primera vez en 30 años", e instalarse en la casa de unos amigos en el mismo pueblo. "Nos la han cedido pero algo le tendremos que pagar y yo espero que el Ayuntamiento lo haga porque nos hemos visto forzados a abandonar nuestra casa". Junto a Manuel Santiago y su mujer han estado este verano sus nietos, de 6 y 12 años, llegados de Alemania, que también han padecido "este sufrimiento". La presencia de los niños les llevó definitivamente a tomar la decisión drástica de irse de su casa. "Vinieron los chiquillos de vacaciones para disfrutar del pueblo y que aprendan un poco español, pero mira con lo que se han encontrado; estaban comiditos de pulgas" lamenta el abuelo, que también fue emigrante en Alemania y retornó hace 30 años al pueblo.

Manuel Santiago asegura que tanto el Ayuntamiento como el Seprona de la Guardia Civil conocen sobradamente el problema. "La última vez que vinieron los guardias, se llenaron de pulgas los pantalones nada más de llegar a la puerta de casa ¡Qué mejor muestra para ellos! De momento allí no se puede pisar porque te comen".

El vecino pide soluciones, "que el Ayuntamiento llame a una empresa fumigadora y podamos volver a nuestra casa".