Un nutrido grupo de feligreses de Granja de Moreruela se ha rebelado contra la decisión del obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, que hace dos semanas anunció que a partir de septiembre ejercerá de párroco de la localidad don Santiago Martín Cañizares, hasta ahora cura del vecino pueblo de Bretó, y están recogiendo firmas que enviarán al Obispado para intentar que el prelado reconsidere su decisión. Los granjeños no olvidan que hace algo más de un año este sacerdote ordenó trasladar la Virgen de los Montes Negros, venerada por devotos de ambos pueblos, a la iglesia de Bretó, pese a que la imagen románica mora desde tiempos inmemoriales en la ermita de Puente de Quintos, en terreno neutral entre las dos villas.

Este hecho suscitó una agria polémica entre los vecinos de ambos pueblos cuyas heridas aún no han cicatrizado para los de Granja de Moreruela, por eso un grupo de ellos ha iniciado esta campaña de recogida de firmas que puede secundar cualquier feligrés en diferentes establecimientos comerciales de la localidad. Además, los devotos "rebeldes" escribirán una carta al Papa Francisco pidiendo que interceda a su favor, y no descartan iniciar una campaña en Twitter para dar a conocer su reivindicación. Lo que han descartado es ponerse en contacto directamente con el obispo de Zamora, ya que aseguran que no recibieron ningún tipo de respuesta cuando le escribieron hace un año pidiendo que la Virgen de los Montes Negros volviera a la ermita, tanto los propios vecinos como desde el Ayuntamiento de Granja de Moreruela, pese a que recibieron el acuse de recibo de las misivas.

Los promotores de la recogida de firmas no quieren solamente evitar el nombramiento de Martín Cañizares, sino que también solicitan que su actual párroco, don Manuel Iglesias Martín, permanezca en Granja de Moreruela, "porque es un hombre de una calidad humana terrible", asegura en declaraciones a este diario una de las impulsoras, "pero si se tiene que ir que no venga el de Bretó", añade. Don Manuel, si los vecinos de Granja no logran evitarlo, servirá a partir de septiembre como párroco en La Bóveda de Toro, y se encargará también de las iglesias de Guarrate, El Pego y Villabuena del Puente.

Los vecinos que están redactando la carta reconocen que el Sumo Pontífice recibirá miles de misivas al día y que es "difícil" que se ocupe de su caso, "pero la esperanza es lo último que se pierde, además creemos que la forma de actuar del obispo es contraria a la filosofía de Bergoglio", explica uno de los impulsores de la iniciativa.

La decisión del obispo ha sido uno de los principales temas de conversación en el pueblo durante los últimos días. Los que se oponen a la llegada del cura de Bretó creen que Martínez Sacristán está castigando a Granja de Moreruela por haber acudido a la prensa cuando estalló el conflicto por la Virgen. "Él lo sabía, y si nos lo manda, creo que es aposta", explica L. M. R., una de las personas que ya ha firmado la petición para que don Manuel se quede en el pueblo. Muchos feligreses se plantean dejar de acudir a misa si finalmente don Santiago se encarga de la iglesia de Granja, "aunque al final nos lo tendremos que comer con patatas, y él a nosotros", reconocen algunos de ellos.

La disputa por la ubicación de la Virgen de los Montes Negros estalló el pasado 25 de abril, mientras los granjeños celebraban como cada año su romería en el paraje de Puente Quintos, cuando un grupo de vecinas de Bretó mostraron su intención de trasladar la imagen a su pueblo una vez finalizados los actos religiosos, lo cual provocó un rifirrafe entre los habitantes de ambas localidades. La mañana siguiente una devota de Granja que acudió a limpiar la ermita se sorprendió al descubrir que la Virgen no descansaba en el altar. Las de Bretó argumentaron que cumplían órdenes del cura, lo cual focalizó la ira de los granjeños en don Santiago, que en ese momento se encontraba en Roma y más tarde explicó que su intención era proteger la imagen de posibles robos, ya que la ermita está en un emplazamiento apartado y carece de vigilancia, y evitar que las goteras del techo del templo dañaran la imagen. Días más tarde el sacerdote de cerraba la polémica devolviendo la Virgen de los Montes Negros a la ermita del Puente de Quintos.