Con un programa muy similar al de ediciones anteriores comenzaban ayer en Villalazán las fiestas de invierno en honor a san Blas y san Blasico cuya onomástica oficial las sitúa en el calendario los días 3 y 4 de febrero. Bajo la advocación de san Blas se iniciaba a la una de la tarde la procesión a la que seguía la misa y la bendición de cintas a cargo del sacerdote Antonio Jesús Martín de Lera.

De san Blas, el santo patrón de los laringólogos, se cuenta que salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este hecho puede ser el origen de la costumbre de la bendición de las cintas que con diferentes colores sirven, según la creencia popular, para proteger durante todo el año la garganta. Las fiestas de san Blas y san Blasico tienen sus peculiaridades en este pueblo de la comarca del Vino, donde existe la tradición de degustar el famoso bollo de san Blas, a los que convida el Ayuntamiento, y de hace unos años para acá se ha instaurado como costumbre también la comida popular a base de chichas de cerdo que se celebra hoy a mediodía después del baile vermú y de la degustación de famoso bollito elaborado con manteca. No faltan tampoco las verbenas y la copla y cante a cargo del Loren el Torrao de Villaralbo.

Hasta Villalazán se desplazaban varios representantes políticos socialistas, entre ellos, la portavoz del grupo en la Diputación Rosa Muñoz, o Juan José Zancada, secretario autonómico de política municipal quienes junto a la alcaldesa Maribel Perero.

La Cofradía de San Blas registra un censo de 24 hermanos que se van turnando para asumir la mayordomía de una año para otro. En esta ocasión era José Daniel Yugueros quien portaba la vara de la hermandad.