Al menos cinco ciervos han aparecido muertos en la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra, en circunstancias aún por determinar, pero descartándose la actuación de los furtivos. Los animales se han localizado en un perímetro situado entre Villardeciervos y Villanueva de Valrojo, área que coincide precisamente con la última epidemia detectada en la Sierra hace tres años, y también en la época estival.

La Guardería Medioambiental de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha recogido algunos de los ejemplares. Al parecer en el Centro Forestal de Villardeciervos permanece un ciervo vivo, pero visiblemente enfermo, y servicios veterinarios habrían tomado muestras y analizado al ejemplar enfermo, según trascendió ayer. Este animal procedería de la zona limítrofe entre la reserva y el coto de caza de Villardeciervos.

Los miembros de la asociación «En Defensa de Sanabria y Carballeda» señalaron ayer la ubicación de uno de los animales muertos en el monte San Pelayo, de Villanueva de Valrojo. Denunciaron «la ausencia de un protocolo de actuación dado que se trata de un riesgo sanitario para la población», ya que los animales, en algunos casos, se encuentran en las zonas de tránsito de personas y ganados, como en el ejemplar visible ayer en Villanueva de Valrojo. El animal es una hembra joven que por los fuertes calores de estos días está en avanzado estado de descomposición. Además ha sido el cebo de carroñeros, que han aprovechado la cabeza y las entrañas. También los insectos necrófagos están dando cuenta de las partes blandas con la consabida celeridad. En la zona de Tábara no se tiene constancia de muerte alguna. El anterior episodio de muerte se llevó por delante más de un centenar de animales, incluidos algunos corzos, aunque algunos sindicatos elevaron la cifra a unos 300. Tras los pertinentes estudios se concluyó que la causa había sido la pasteurelosis.

José Luis Baladrón Ferrero, en representación de la Asociación en Defensa de Sanabria y Carballeda, invitó al director General de Medio Natural, José Ángel Arranz, a mostrar menos estupor y a preocuparse de este caso.. Esta situación se habría desencadenado hace unas dos semanas, pero hasta ayer no había trascendido tras la denuncia vecinal y de la asociación. Ante esta situación, el colectivo reclama «informar a la población» y saber «qué medidas se van a adoptar». La agrupación censura que «la Junta de Castilla y León en este caso actúa del mismo modo que con la colocación de las cámaras: sin informar a los ciudadanos».

En relación a las declaraciones del delegado de la Junta, Alberto Castro, José Luis Baladrón precisa que la asociación se limita «la denunciar las cosas que la Junta hace mal durante todo el año, que en ningún momento le hemos insultado, y le invitamos a que el próximo año suba con nosotros a Peña Mira». Baladrón reivindicó el derecho a proteger su patrimonio y el de los pueblos de la Reserva. «Las cámaras no protegen lo de todos, protegen lo nuestro. La Junta solo tiene el 1,5% del total de la Reserva». Además, defendió el derecho de los hijos de los pueblos de la Reserva a decidir sobre su futuro, «aunque vivan en Madrid».