La escuela de folclore «Tierras de Tábara» ha conmemorando los diez años desde su puesta en marcha en la villa con un encuentro de cultura tradicional que contó con la participación de folcloristas de diferentes pueblos de la Culebra. En un principio estaba programado el acto para que se realizase en la Plaza Mayor pero la amenaza de lluvias lo trasladó al «Cubo de la Bajura», para poder estar bajo techo

Los actos comenzaron con la salida en pasacalles de la escuela, amenizando con sus instrumentos las piezas aprendidas a lo largo del curso.

La presentación del acto corrió a cargo del coordinador de la escuela, Carlos Fresno, seguido de unas palabras del Consorcio de Fomento Musical Armando Barbero y de la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Tábara Laura Romero, a los cuales se les hizo entrega de una placa, en conmemoración por los diez años de andadura. La Escuela de Folclore nace del convenio a tres bandas entre el Ayuntamiento de Tábara , el Consorcio de Fomento Musical de Zamora y la asociación cultural «La Folguera» .

Cabe reseñar que en el presente curso se cumplen diez años de andadura de la escuela de folklore «Tierras de Tábara», una escuela que ya está consolidada y que lejos de mantenerse está creciendo poquito a poco, formando ya parte de la vida habitual de los habitantes de las Tierras de Tábara, donde el 72% de los alumnos están por debajo de los 18 años.

A continuación hacia las 18,30 horas comenzó el festival de clausura propiamente dicho, donde se fueron intercalando las actuaciones de instrumentos, bailes y danzas, en las que los alumnos de la Escuela participaron, cada uno de ellos en su disciplina.

La escuela de folclore «Tierras de Tábara» cuenta en el actualidad con un equipo de seis monitores: Rocío Bartolomé (bailes tradicionales), Manuel Calvo Fínez (dulzaina), Elena Calvo (gaita de fole y pandereta), Alfredo Domínguez Prada (flauta y tamboril, dulzaina y pandereta y canto), Carlos Fresno Gago (danza de paloteo) y Sofía Gago (percusión).

Durante el presente curso se ha llegado a contar 126 matrículas repartidas en 67 alumnos, por lo que la mayoría de ellos están recibiendo conocimientos en más de una disciplina de las ofertadas. Una vez acabado el guión y ya fuera del corsé de la actuación, se reunieron todos en el Centro de Turismo Rural «El Roble» para realizar una cena de hermandad y seguir tocando, cantando y bailando, despidiéndose hasta el curso que viene.