Nuevos desprendimientos ocurridos en uno de los tramos de curvas de la carreta ZA-324, a su paso por el término de Torregamones, próximo al paso fronterizo de Miranda do Douro, ponen de relieve la peligrosidad que existe en este punto vial siempre que las precipitaciones inundan o remojan la ladera.

La caída de tierra y piedra, alguna de notables dimensiones, obligó de nuevo a intervenir con presteza a los servicios de conservación de carreteras para evitar posibles riesgos o accidentes de tráfico.

Los desprendimientos tienen lugar en una ladera de la zona conocida como La Galga, en un tramo de curvas y de escasa visibilidad que lleva a los usuarios a tropezarse con los materiales en el momento de estar casi o encima de los mismos, de ahí que los servicios de conservación deban estar más que pendientes de este lugar para, como en este caso, retirar el material e indicar el riesgo.

Es un punto de bajada hacia el paso fronterizo de Miranda do Douro, a menos de medio kilómetro del puesto donde se emplaza el edificio de la antigua aduana, reconvertida hoy día en oficina de turismo internacional, que constituye uno de los viales más utilizados por turistas y por usuarios que eligen este paso para ir o venir de Portugal.

El alcalde de Torregamones, Francisco Javier Sánchez afirma que es una ladera que requiere un acondicionamiento por las condiciones en que se halla. El ganadero, Antonio Miguel, también destaca la peligrosidad de esta zona a causa de los desprendimientos.