La «Tierra de Tábara» fue antaño lugar de numerosas celebraciones festivas y romeras contando la mayoría de los pueblos con alguna ermita. Las de Abejera de Tábara, Riofrío y Ferreruela están dedicadas a la Vera Cruz, la de Ferreras de Arriba al «Cristo de la Aguas» y la de Faramontanos al «Santísimo Cristo». Entre las ya desaparecidas estaban las de Santa Eulalia en la «Dehesa del Tardajo» y la de Escober en el camino hacia San Martín, pueblo donde existía una dedica a Santo Toribio. En la «Dehesa de Orcejón» la ermita estaba deducada a Santa Marina. Litos la tenía en «El Ramayal».