El Santuario de la Peregrina de Donado se quedó ayer pequeño para despedir a quien fuera uno de los grandes devotos de la Virgen y alcalde durante muchos años, Serafín Blanco Madrigal. Los gaiteros de Lubián hicieron sonar sus sones en memoria de este sanabrés que falleció el sábado a la edad de 81 años. Amigos y conocidos de toda la zona acompañaron a la familia en el funeral de Serafín Blanco, cuyos restos reposan desde ayer en el cementerio de su pueblo, Donado. Descanse en paz.