Una de la tarde del día 22 de septiembre. Sábado, 25 grados de temperatura, rachas de viento de 20 kilómetros por hora, previsión de lluvia para el día siguiente. Un cóctel explosivo. Los técnicos saben que con todos esos condicionantes la probabilidad de un fuego intencionado es alta. Como ocurrió. «El incendio era previsible, contábamos con esa posibilidad. Tristemente los técnicos saben que un día previo a una posibilidad de lluvia, en el entorno de Sanabria es habitual que se provoquen» abundó el delegado de la Junta, Alberto Castro.

El originado en Santa Cruz de Abranes no fue el único. No muy lejos de la zona surgían focos, todos intencionados, en Calabor, Manzanal de Arriba y Trabazos.

Tres focos, dos de ellos a escasa distancia y un tercero más alejado pero en el punto perfecto para que , deliberadamente, llegaran a fusionarse y formar un frente de gran magnitud -hasta cinco kilómetros-, provocaron el gran incendio. Se originó en el término de Santa Cruz de Abranes, a unos 4 kilómetros del pueblo y casi en la raya con Portugal, avanzó hacia Lobeznos, Ungilde y quedó a las puertas de Puebla de Sanabria, tocando la estación de trenes. La mayor parte dentro del perímetro de la Reserva Sierra de la Culebra.

Pese a que a las siete de la tarde de ayer (cuando se facilitó el último parte oficial), el fuego todavía estaba activo, la situación era mucho más calmada que el día y la noche anterior, gracias sobre todo a la lluvia.

La perimetración provisional realizada por los técnicos de la Junta habla de «más de 2.200 hectáreas» quemadas, como adelantó ayer el delegado territorial, Alberto Castro, en una comparecencia extraordinaria ante los medios de comunicación junto al jefe del Servicio de Medio Ambiente, Casto López Cañibano.

Las llamas avanzaron «unos 11 kilómetros» y se llevaron por delante valles enteros de monte bajo, matorral, además de un pinar que el operativo de extinción intentó salvar sin éxito. Según la descripción de Jesús García, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Pedralba de la Pradería y vecino de Santa Cruz de Abranes, el incendio se inició en el río que va desde Santa Cruz a Portugal, en el Pilanco. Continuó por el Valle, Navallos, el Alto del Cueto hacia el río Fontano, el Castrillón, Rollongo y Hierbas Blancas para seguir hacia Ungilde, en la parte de las Palomas, y avanzar hacia la estación de Puebla.

La envergadura del siniestro, que a la una de la tarde de ayer se redujo a nivel 0 de peligrosidad, llevó a Castro a explicar las circunstancias del incendio más grave del verano en la comarca de Sanabria. La tragedia medioambiental pudo ser mayor de no haber caído una providencial y persistente lluvia a partir de las seis de la mañana. La gran cantidad de medios que estuvieron trabajando toda la noche se veía incapaz de atajar el incendio, aunque la tensión se redujo pasadas las dos de la madrugada cuando el operativo de extinción de la Junta controló el frente que amenazaba las poblaciones de Puebla de Sanabria, Ungilde y Lobeznos, y se redujo a nivel 1. La lluvia posterior serenó las cosas, aunque los vecinos de los pueblos afectados tuvieron durante horas el susto en el cuerpo. No en vano en Ungilde las llamas se quedaron a 600 metros, por Lobeznos pasó a menos de un kilómetro y en Puebla amenazó la estación de ferrocarril.

Un fuego movilizó a más de un centenar de medios humanos y terrestres, hasta once aeronaves y requirió el apoyo de la UME (Unidad Militar de Emergencias), bomberos de la comarca, refuerzos de Portugal y la Guardia Civil.

El gran siniestro coincidió con la celebración del Día de la Provincia en San Martín de Castañeda, donde se encontraba toda la cúpula política zamorana. ¿Tuvo algo que ver con la desatada furia de los incendiarios?. «No creo que haya relación, eso no está dentro de nuestras suposiciones», respondió el delegado territorial. «Estamos en septiembre, que junto a octubre o noviembre son meses peligrosos. Insisto, la mayor parte de los incendios graves ocurren en días previos a lluvias y con mucho viento».

La zona donde se originó es también de alto riesgo. «¿Por qué creen que es uno de los puntos donde está prevista la instalación de cámaras de vigilancia?, por esto mismo. Son entornos con muchos incendios, periódicos y repetitivos en esta época del año».

«Cuando se acercan días con posibilidad de lluvia los desaprensivos y con mala fe, actúan»

<Alberto Castro >

Delegado territorial de la Junta