Todo comenzó para Roberto Clemente con unas partidillas entre varios amigos en el tiempo libre que dejaba la mili.

-¿Cómo cala tanto el juego del ajedrez?

-El ajedrez, si te gusta, es altamente adictivo. La gente se empezó a picar y cada vez se va aficionando mucha más gente. De cuatro partidillas, al comienzo, se pasa a jugar torneos entre nosotros. No te jugabas nada pero a todo el mundo le gusta ganar y no veas las que organizábamos. Yo no decidí aprender a jugar más seriamente. La suerte de estar en Madrid te brinda algunos privilegios, entre ellos poder apuntarme a un club de ajedrez. Allí es donde empecé a jugar y sobretodo a devorar libros de una buena biblioteca ajedrecística que existía. Ese fue mi principio y primer contacto con este deporte. Me hubiera gustado haber empezado de pequeño.

-¿Existe una etapa especial para este juego?

-La época dorada y la madurez en el ajedrez llega a los 30, 40 años. El actual campeón absoluto, cinco veces campeón del mundo, Viswanathan Anand, tiene ahora 42 años, y fíjate, curiosamente es natural de Chennai, el lugar de la India donde han sido estas olimpiadas. Por desgracia no pudo asistir por motivos de agenda y fue una lástima no haber podido ver en persona y en su propia ciudad a este monstruo del ajedrez.

-¿Cómo continua tu carrera en este mundo?

-Tuve la suerte de afiliarme en la ONCE y encontré bastante afición al ajedrez en la organización. Al principio mi base no era muy fuerte, pero con trabajo y esfuerzo me fui haciendo un lugar en este mundillo. Empecé a conseguir buenos puestos en los campeonatos nacionales de la ONCE y así poco a poco fui ganando escalones. Con una organización como la ONCE detrás, todo es muy diferente. Gracias a ella conseguí que me asignaran un entrenador y a poder asistir como invitado a diferentes torneos a lo largo del año, tanto nacionales como internacionales . Esto para mi es un gran privilegio, no solo por poder realizar mi hobby favorito sino porque tengo la suerte de poder viajar por muy diferentes lugares y conocer diferentes costumbres que te llenan de satisfacción.

-¿Visita muchos lugares gracias a este juego?

-En los últimos años, aparte de viajar por la geografía española, he estado por citar algunos países en Polonia, Lituania, Grecia, Rumania, Serbia, India? En realidad a la ONCE le debo estar muy agradecido, no solo por el ajedrez, sino también en mi vida profesional, pues gracias a ellos he conseguido en mi vida laboral toda la formación necesaria por lo que hoy me dedico como profesión a la fisioterapia, faceta de mi vida que me apasiona.

- ¿En cuántas olimpiadas ha participado?

-En el año 2008, asistí con el equipo de la ONCE a las olimpiadas de Grecia y ahí conseguimos la medalla de Bronce, que fue muy importante, porque era la primera medalla que un equipo español de ajedrez había conseguido en su historia. El año 2008 fue mi año estelar. Acabé la carrera de fisioterapia, gané el Campeonato de España de la ONCE, medalla de Bronce en la olimpiada en Grecia y, para rematar, el venturoso año me nombraron tabarés del Año. En el año 2010 participé también en el Campeonato Mundial en Belgrado (Serbia), que no se me dio nada bien. Y en estas pasadas olimpiadas de ajedrez, celebradas en Chennai (India) del 9 al 19 agosto, conseguimos la medalla de Bronce por equipos y la Medalla de Plata en individual en el quinto tablero. He participado, como te decía antes, en innumerables torneos de ajedrez. Tengo varios trofeos en casa tengo pero aun no conseguí hacerme famoso, ni quiero.

-¿Es duro el ajedrez?

-El ajedrez es un deporte muy duro en todos aspectos. Recibes una gran alegría por 1000 palos, pero al final solo esas alegrías son las únicas que recuerdas, son las únicas por las que continúas con el vicio. El ajedrez una vez que empiezas es muy difícil dejarlo, es adictivo.

-¿Cómo se ha desarrollado su participación en la última paralimpiada?

-Comenzamos como autenticas motos ganando las cinco primeras rondas, ganando incluso a la todopoderosa Rusia en la terceraª ronda. Todo iba viento en popa y a toda vela, hasta que llegó nuestro día negro, la 6ª ronda, contra la India, un rival en teoría inferior y caímos derrotados. Hubo un cúmulo de circunstancias adversas. En la primera partida sonó el teléfono de un compañero en pleno juego y ahí terminó la partida, ya que la normativa de la Federación Internacional de ajedrez es muy tajante al respecto. Con una posición muy ventajosa acabé perdiendo debido quizás a los nervios y a la pérdida de concentración. El ajedrez es el arte de la concentración. Al día siguiente volvimos a perder contra Ucrania. A partir de ahí solo quedaba ganar las rondas restantes. Al día siguiente ganamos a Serbia y a Polonia, asegurando la medalla de bronce.

-¿Piensa participar en mas paralimpiadas?

-La siguiente será dentro de 4 años, si Dios quiere, allí estaremos.

-¿Se hace algo por este juego a nivel europeo?

-El Parlamento Europeo ha reclamado a la Comisión Europea y a los estados miembros que apoyen la introducción de un programa de «Ajedrez en los colegios de Europa» en los sistemas educativos de la UE. El pasado otoño, Gary Kasparov con su campaña «Ajedrez en los colegios de Europa» de la «Fundación de Ajedrez Kasparov» y la Unión Europa de Ajedrez (ECU) presentaron una declaración al Parlamento Europeo rogando a los eurodiputados que la suscribiesen para pedir al ejecutivo comunitario que, en su próxima comunicación sobre el deporte, prestase la atención debida a ese programa y asegurase la financiación del proyecto a partir de este mismo año. De los 754 eurodiputados, 392 suscribieron el documento antes de la fecha límite, con lo cual la declaración ha sido aceptada por el Parlamento Europeo.

- ¿Me imagino que se sentirá muy orgulloso de llevar el nombre de su tierra allá donde va y triunfa?

-A tantos kilómetros de distancia y en una cultura tan diferente a la nuestra se viven estas cosas de forma muy especial y, ciertamente, al recibir las medallas uno se acuerda de su terruño y se enorgullece de los logros obtenidos. En esos momento uno hecha de menos a los suyos y la nostalgia se apodera de uno, pero son momentos muy especiales que afortunadamente al menos entre el equipo se puede disfrutar como en familia.