Pescadores y expertos abordaron en las I Jornadas técnicas de pesca deportiva, en Ungilde, el problema de la disparidad de normativas en la zona limítrofe de Castilla y León, Galicia y el Norte de Portugal y la necesidad de homogenizar las respectivas reglamentaciones al menos en los tramos de río común a cada comunidad autónoma.

Participaron en las ponencias y en la mesa de debate, el técnico del servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora, Antonio Juárez; Francisco José Pardo Cid, agente forestal de la Xunta de Galicia; José Ángel Durán Castro, agente de Policía autonómica gallega y Antonio Marquinho, ingeniero forestal y Jefe de la Unidad de Gestión Forestal de Támega en Portugal.

El representante de Medio Ambiente de Castilla y León precisó que se está trabajando en un convenio para uniformizar la reglamentación, aunque también subrayó las diferencias entre zonas fluviales y ríos de una misma cuenta, lo que dificulta esa homogeneización. De momento hay una pequeña coordinación entre los respectivos servicios a la hora de elaborar las órdenes anuales de pesca.

Estas primeras jornadas se enmarcan dentro del proyecto de Pesca Sostenible desarrollado por el Ayuntamiento de Puebla y la Fundación Biodiversidad.

Los miembros de la asociación de Pesca Sanabria y Carballeda abogaron además de aplicar medidas de mejora de las riberas para favorecer a la fauna, con la limpieza de cauces y la reconstrucción de frezaderos con la recuperación de presas y acequias tradicionales.

La proximidad de las comunidades gallega y castellanoleonesa pone en evidencia normativas dispares de aplicación en un mismo río aunque en tramos diferentes, así la apertura de las temporadas difiere hasta en casi un mes en las respectivas zonas, como señalaron los expertos gallegos. Las tallas, los periodos hábiles, las tasas y los cupos tampoco se asemejan, así en Galicia se establecen medidas para las aguas embalsadas, cursos de río y cabeceras. Un punto en común entre la zona limítrofe de estas comunidades es la contaminación de los ríos por la falta de depuración de las aguas, que en el caso de los pueblos gallegos aún es más complicado por la dispersión geográfica de los núcleos de población.

En el debate, los pescadores incidieron en los problemas de falta de legislación cuando un mismo pescador actúa en dos escenarios de pesca diferentes y con diferente reglamentación, lo que conlleva el riesgo de sanciones en el momento del transporte de unas zonas a otras.

Visto desde Portugal, la normativa de pesca es compleja y dispar, lo que dificulta la práctica de este deporte entre los aficionados del país vecino en escenarios deportivos como el embalse de Ricobayo, donde los problemas es conseguir los permisos necesarios para la pesca desde embarcación. En el caso del lago de Sanabria, está permitida la pesca desde embarcaciones que no precisen matriculación, como apuntó el experto de la Junta.

La bajada del caudal ha incidido negativamente en la salud de las aguas. En Galicia los particulares que solicitan limpiar el arbolado de ribera se encuentran con que tiene que pagar una tasa a Confederación Hidrogáfica del Miño-Sil. La asociación de pesca de Sanabria y Carballeda recalcó su interés en colaborar en la limpieza de cauces que requiere autorización de Confederación Hidrográfica del Duero y de la Consejería de Medio Ambiente. Un problema patente es el uso de sales y salmueras en el mantenimiento invernal de las carreteras, un impacto que no se tiene en cuenta a la hora de construir grandes infraestructuras pero donde no hay un análisis del impacto del mantenimiento.