Carlos Ramos Chico, junto a otros profesores del Conservatorio de Zamora, fueron los promotores junto al ayuntamiento de la Escuela Municipal de Música de Cubo del Vino, una iniciativa pionera en la comarca demandada por niños, jóvenes y adultos, que sigue manteniendo un importante número de alumnos, que acuden un día a la semana a recibir clases de lenguaje musical y de los distintos instrumentos que se ofertan.

-¿Cómo surgió esta iniciativa?

-Fue hace cuatro años. Estuvimos buscando primero el centro neurálgico donde desarrollar el proyecto. Al final nos quedamos con El Cubo y estando de alcalde Modesto Álvarez le planteamos un proyecto serio a desarrollar con gente titulada en música. Desde el Ayuntamiento se hizo un sondeo y respondió un número de personas alto que fueron quienes realmente impulsaron la escuela. Posteriormente entró a formar parte de la Red de Escuelas de Música de Castilla y León y funciona como tal, con un curso reglado, con diferentes especialidades por las que el alumno recibe al final de cada trimestre su boletín de calificaciones y las orientaciones metodológicas necesarias.

-Llama la atención que haya un importante número de personas mayores que acuden a este aula.

-Sí, es cierto. De hecho se ha formado un grupo de viento de ocho componentes que estudian también lenguaje musical. En algunos casos de la gente mayor que llega a la escuela han sido en su día músicos de orquesta y tienen buen oído. Otros, sin tener nociones musicales, les gusta, aprenden y la verdad es que la entrega y la pasión que se ve en ellos estimula muchísimo. Con los niños es otra historia, porque a priori empiezan con el lenguaje musical y se les va enseñando sobre el instrumento que decidan pero no se sabe muy bien hasta qué punto le puede seguir interesando este aprendizaje.

-A día de hoy, ¿cuántos alumnos asisten a la Escuela Municipal de Cubo del Vino?

-Veinticinco, que llegan del Cubo, pero también de Muga de Sayago, que está a unos cuantos kilómetros y en invierno eso se nota porque el Cubo es un pueblo donde ha llegado a nevar en mayo. También llegan alumnos de Villamor de los Escuderos, Corrales, Morales del Vino y Cabañas de Sayago.

-¿La crisis les va a pasar factura o la Escuela puede sobrevivir?

-Luchamos por continuar, con los 25 alumnos que hay y los que se apunten. Después de cuatro años, nuestra idea es seguir. Ahora en junio, una vez que acabe el curso, saldrá el plazo de matrícula.

-¿Qué van a hacer para final de curso?

-El día 21 hay una audición a partir de las cinco y media de la tarde, con la que se clausura el periodo lectivo y durante el año solemos tener otras dos audiciones, una por trimestre.

-¿Qué instrumentos se pueden aprender en la Escuela?

-Pues desde el piano, trompeta, flauta travesera y saxofón, además de lenguaje musical.