Miles de toneladas de escombro acumulado durante casi dos décadas de actividad en la cantera de granito de Fornillos de Fermoselle están siendo destinadas a las obras de construcción del ferrocarril de Alta Velocidad que tienen lugar en la provincia de Zamora.

«Es como algo caído del cielo» expresa el empresario de la explotación minera, José Martín, convencido de que una operación de esta naturaleza «solo pueden llevarla adelante empresas de primer nivel, dotadas de grandes maquinarias o capaces de subcontratar a otras empresas con disponibilidad de medios de machaqueo, de carga y con una flota de camiones de gran tonelaje para el transporte del material retirado».

El desescombro de la explotación minera sayaguesa, radicada en pleno Parque Natural Arribes del Duero, mantiene estas fechas una actividad frenética en la zona. Martín destaca, además, el hecho de que esta misión de retirada del abundante vertido conlleva el empleo «de más de una decena de puestos de trabajo, que dan vida económica a la hostelería de la zona, donde desayunan, comen y pernoctan».

Ferrovial, que es la empresa adjudicataria del tramo de la construcción del AVE que aprovecha esta escombrera, han venido como anillo al dedo para que la empresa «Gran Duero» pueda cumplir con la restauración paisajística exigida a toda explotación minera.

Al decir de Martín, «nos hubiera resultado imposible porque somos una empresa pequeña». Ferrovial ha visto en los escombros de la cantera de Fornillos (al igual que lo hizo en la cantera de Pasariegos) una mina donde conseguir cientos de camiones de piedra. Este material es utilizado de basamento en el trazado del AVE, en la zona de Toro. Aunque las versiones son distintas en cuanto al número de camiones que diariamente retiran material, se cifra en unos dieciocho los vehículos que a diario marchan repletos de escombros. Son camiones «de entre 29 y 35 toneladas» según precisaron fuentes locales encargadas de llevar el control del pesaje al que son sometidos todos y cada uno de los transportes. El pesaje tiene lugar en la báscula ubicada en la cantera, y es un control que efectuado tanto a la entrada como a la salida de los camiones.

La cantera granítica de Fornillos de Fermoselle presenta estos días más actividad que nunca por el movimiento de maquinaria pesada que truena sobre el acopio de escombros y por el continuado ir y venir de los enormes camiones.

Una máquina picadora excava la escombrera y saca a flote piedras de granito desechadas. Este material pasa luego a una máquina trituradora que lo muele y achica. Es el producto que interesa a Ferrovial para tender sobre el trazado del ferrocarril de Alta Velocidad para dar firmeza al terreno sobre el que marchará el tren Madrid-Coruña, y viceversa, a toda velocidad.

La tierra y el suelo vegetal son separados de la piedra y apilados en lugares distintos. Será un material que luego servirá para la reposición en el terreno y su posible revegetación.

José Martín afirma que el acuerdo alcanzado con Ferrovial no tiene un fondo económico y todo el material ha sido concedido «gratis a cambio de la retirada del mismo». Es una operación que sigue el empresario con expectación y con la confianza de que tendrá un final reconocido medioambientalmente.

El responsable de «Gran Duero» hizo una exigencia a los encargados de retirar la escombrera: que los camiones no se cruzaran en la estrecha carretera de acceso a la cantera, y que une con la localidad de Fornillos con la comarcal 527.

Esta petición tiene su gran fundamento porque el cruce de vehículos de semejante tonelaje sin duda causarían daños en las márgenes de este estrecho vial. Es un compromiso que se cumple a gusto de José Martín. Para que toda la circulación marche correctamente, un operario permanece durante las horas de trabajo en la entrada de la carretera ordenando el tráfico de los camiones. De este modo, hasta cinco o media docena de enormes vehículos, de cinco ejes, pueden circular en la misma dirección y formando una caravana desconocida en la zona.

Aunque existen dos pequeños puentes en esta vía de comunicación, Martín considera que soportarán el peso de los camiones porque son estructuras construidas de piedra y con unos cimientos sólidos.

El empresario hace hincapié en que la actividad minera es supervisada constantemente por los agentes medioambientales y asegura que existe un respeto «por el arbolado». Un respeto que muestra en las isletas dejadas sobre la zona para presevar el medio natural.

La cantera de granito de Fornillos genera una piedra que es solicitada para la pavimentación de calles de importantes ciudades españolas, y también para el callejero portugués, donde es usual la colocación de pequeños bloques graníticos.