Una vecina de Coso denunció ayer el retraso en evacuar a una mujer de 79 años que se fracturó un brazo. La ambulancia se desplazó desde el Centro de Salud de Tábara tras recibir y el aviso a las ocho menos veinte de la tarde del viernes, y no llegó hasta cerca de las nueve de la noche al pueblo de Coso. La familia de la accidentada quiere trasladar su queja ante el Servicio Territorial de Sanidad por la falta de medios con que cuenta el Centro de Salud de Puebla.

La mujer, que cumplirá 80 años en diciembre, se cayó sobre las siete y cuarto de la tarde del viernes cuando daba un corto paseo por la carretera de Coso, cerca de su casa. Tras permanecer un cuarto de hora caída sobre el costado y sin poder levantarse, fue encontrada por un matrimonio del pueblo que se dirigían a Coso en coche. Al ver el vehículo, la mujer levantó la mano como pudo para hacerle señales, con la fortuna de que logró atraer su atención, según explicó su hija María Ballesteros. En este pequeño pueblo viven no más de 15 personas durante todo el año.

Los vecinos la acercaron hasta su casa y avisaron a su hija, que vive en Carbajalinos, que sobre las siete y media de la tarde llamó al servicio de urgencias. Su hija, que es ganadera y se encontraba en ese momento con el ganado, recogió con celeridad los animales para poder ir a ocuparse de su madre. En ese tiempo la mujer permaneció en casa a la espera, acompañada de los vecinos. Sobre las nueve de la noche María Ballesteros llegó a Coso y se encontró que, en ese preciso instante, acababa de llegar la ambulancia para recogerla. La familia recalca el buen trato que recibió la paciente por parte del personal sanitario de la ambulancia, y que estuvo acompañada por un técnico en todo el trayecto hasta Puebla. María no daba crédito al retraso en el traslado después de que fue ella la que avisó a los servicios del 112.

María Ballesteros siguió al vehículo de emergencias hasta el centro de Salud de Puebla, donde el médico, tras evaluar a la paciente e inmovilizarle el brazo, la remitió a Zamora. María Ballesteros señaló que en el centro de Salud de Puebla no se le pudo hacer una radiografía del brazo que tenía lesionado «cuando en el centro hay un aparato de rayos». A las 11 de la noche la mujer llega al servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Concha de Zamora, donde se le hace la radiografía. A las dos de mañana recibe la atención de un traumatólogo que al mismo tiempo tenía que atender otro caso de fractura de cadera de otro paciente. El recorrido por el hospital terminó a las cuatro menos diez de la madrugada, cuando pudo completarse la atención urgente por la rotura del brazo. Su hija llevó la cuenta puntual de las horas que transcurrieron desde que la paciente se cayó hasta que finalmente pudo recibir toda la atención que precisaba.

María Ballesteros criticaba ayer que se haya abierto el nuevo centro de Salud de Puebla «pero que al final no puedan atender a las personas como es debido». La familia señaló que en los últimos meses se ha informado desde la Gerencia de Salud que Puebla ya tiene un centro sanitario con mejoras sanitarias «pero que no es verdad porque ni siquiera han podido hacer una simple radiografía». Ballesteros expresaba su malestar porque quedan muy pocas personas en los pueblos y la mayoría de avanzada edad que no tienen a quién recurrir en casos como este, donde la atención ante una urgencia se retrasa solo porque las ambulancias del centro de Salud de Puebla no están porque tienen que atender urgencias en otras zonas alejadas de la comarca.