El fotógrafo David Arranz ofrece hasta el próximo 10 de abril en la sala de exposiciones de La Salina de Salamanca una serie de instantáneas en un recorrido por los paisajes de la provincia que, aunque en principio pueden parecer «menos espectaculares», según el propio autor, cuando se retratan se logra captar la gran variedad cromática que ofrecen a quien se quiere parar a apreciarlos. La muestra «Llanuras de Salamanca» reivindica que estos campos y vistas «tienen mucha más fuerza» de lo que parece en un primer momento, ya que en muchas ocasiones los paisajes más retratados son los que tienen como protagonista el mar o la montaña. Para este fotógrafo, en estos lugares casi todo lo que retrata la cámara puede ser bello, pero en la llanura también hay «miles de fotografías» de gran valor estético. Arranz confesó que aunque nació en una parte de la llanura castellana, en Villalpando, también él tardó «muchos años» en valorarla, mientras que ahora ha aprendido a apreciar esas «variaciones de luz impresionantes, que se producen a lo largo de las diferentes estaciones del año».

Por este motivo, destacó que aunque los campos que retrata pueden parecer «homogéneos, por su gran extensión, cuando indagas, buscas y vas viendo a tu alrededor, descubres que son paisajes maravillosos». Las imágenes fueron tomadas por Arranz en zonas de La Armuña, en Peñaranda de Bracamonte y alrededores de Alba de Tormes.