Los agricultores del sector vitivinícola de la comarca del Vino han comenzado la poda del viñedo no sin ciertas dificultades, puesto que las heladas nocturnas dificultan el corte de las ramas. Una dificultad que se añade a un trabajo ya de por si muy duro, pero que es imprescindible realizar dentro del ciclo vegetativo que sigue la viña hasta que llega la vendimia.

En Cabañas de Sayago las labores de poda se realizan con tijeras neumáticas, manejadas por manos de gente experta que conoce los fundamentos de las técnicas de cultivo y que se afanan en evitar la extensión de la cepa y limitar el número de yemas y bayas conformando una vid compatible con la práctica del cultivo. «Estas tijeras neumáticas funcionan con un compresor, del que salen cables de alimentación de 35 metros de largo, lo que hace más fácil desplazarse por el viñedo». Aún así, el proceso que comienza a mediados de enero y finaliza a principios de marzo, exige emplearse a fondo para sanear las cepas y retirar aquellas que se observan como deterioradas o pochas.

«Ahora es cuando realmente te das cuenta de lo barato que es el vino», subraya, Juan Miguel Fuentes Sardón, uno de los miembro de la cuadrilla de podadores que opera estos días en Cabañas de Sayago y que ayer estaba preparando un antiquísimo viñedo de más de 150 años de tempranillo, en el camino de los Guindales.

La poda es una labor ardua pero eficaz, «porque si no la realizas, rama por rama, no hay fruto». El siguiente paso es sacar todas las varas que se han cortado para prenderles fuego. «Yo prefiero esta opción, porque así evitas que cualquier hongo que pueda estar latente en las ramas, se propague por las viñas en caso de que encuentre condiciones favorables», explica Fuentes, que es a su vez presidente de la Denominación de Origen Tierra del Vino.

Es entonces, cuando concluye definitivamente la labor de poda, cuando se continúa el trabajo, arando los pagos y con otras labores propias del ciclo vegetativo de la vid, que requiere constante atención hasta la vendimia. La climatología, por ejemplo las heladas tardías, son objeto de preocupación, ya que en la pasada campaña se dejó sentir la merma de producción precisamente por un día en que heló.