Las organizaciones agrarias de Unión de Campesinos-Coag y de la Unión de Pequeños Agricultores, de Zamora, saldrán el próximo martes día 23 en manifestación por la capital para protestar por los daños de la fauna, en particular, los ocasionados «por lobos, jabalíes y ciervos en las explotaciones ganaderas y agrícolas de la provincia».

La Alianza por la Unidad del Campo explicará el viernes en rueda de prensa los pormenores de esta manifestación, que viene precedida por una continuada serie de denuncias públicas promovidas a causa de los diferentes siniestros registrados durante los últimos meses. Los ataques de los cánidos han proliferado en puntos tan diferentes como La Guareña, Campos, Sanabria-Carballeda y Aliste, sin reparar en la naturaleza de las especies domésticas, pues han dado cuenta tanto de ovejas, como de perros como de potros.

También han sido frecuentes las quejas por los daños ocasionados por los ciervos y los jabalíes en los huertos y en los cultivos. Sus invasiones a las parcelas obligan a los habitantes a invertir en cercados más dinero del que valen las cosechas, o a dejar abandonadas las fincas limitándose a cultivar al pie de casa.

Las citadas organizaciones persisten desde hace tiempo en que la Administración debe realizar un control más riguroso de las especies silvestres para evitar los ataques a las ganaderías y los daños a los cultivos. Además, ponen de relieve la importancia de los accidentes que provoca la fauna silvestre en las carreteras, que han llevado a algunos cotos a sopesar el darse de baja y suspender la actividad cinegética ante la imposibilidad de hacer frente a los seguros. Dilucidar la responsabilidad de los daños de la fauna en los viales es una cuestión que pasa en muchos casos por los Juzgados, recayendo a veces el pago de los daños en los cotos. La alta siniestralidad supone además la negativa de las aseguradoras a suscribir nuevos compromisos, lo que ha llevado a algunos titulares a buscar la póliza de seguro a través de extrañas mediaciones.

Coag y Upa no admiten que los ganaderos deban correr con un seguro obligatorio del lobo, reclaman una indemnización pronta y directa de los daños, y exigen un mayor descaste o caza de animales silvestres por entender que existen poblaciones excesivas cuyos perjuicios afectan a los ganaderos, agricultores y residentes en los pueblos, que bastante tienen con mantener vivo el medio rural. También critican la primacía que se concede a otros sectores que ni alimentan ni sufren a la fauna.