Un bonito y buen encierro dio ayer en Vadilllo de la Guareña el pistoletazo de salida a los festejos y encierros taurinos en la comarca. Unos trescientos caballistas, procedentes de diversas provincias como Ávila, Salamanca, Valladolid y Zamora, se dieron cita ayer en la pradera de la localidad para conducir hasta el pueblo a dos astados «bien presentados y que dieron juego, hasta que uno de ellos se metió en el río y tuvo que ser sacado por un tractor» comenta, Fernando Ruiz, alcalde de Vadillo.

El encierro comenzó pasadas las diez y media de la mañana y cientos de personas se agolpaban en los alrededores a pesar de que el cielo amenazaba lluvia para contemplar el espectáculo. Un toro en el río y dos caballos pinchados por los cuernos de uno de los astados fueron los incidentes más destacados de la mañana. El primer toro estuvo más activo, tanto que se partió una de las astas en una de las embestidas. El segundo dio menos juego y terminó «en remojo» en el río pasando en él buena parte del encierro sin que los caballistas lograsen llevarlo a la orilla y como solución se recurrió a la ayuda de un tractor par poder seguir con el fiestas y el encierro por las calles de la localidad.

Los caballistas se emplearon en sacar algunas arrancadas del toro, aplaudidas por los aficionados que observaban el espectáculo desde la barrera. Concluido el encierro de campo se soltaron los astados por la calle para gusto de una afición que tenía ganas de toro después en el inicio de la temporada.

La entrada de los astados en la localidad fue limpia, rápida y sin incidentes personales. «Todos disfrutamos mucho», explica el regidor, sin embargo la peor parte la llevó una vaca que murió tras se empitonada por uno de los toros.

Tras el festejo taurino tocó el turno de ir a las bodegas donde los vecinos organizan comidas y pequeñas fiestas. Es todo un ritual que lleva aparejado el encuentro entre amigos y familiares en torno a un buen trago de limonada. En este caso Vadillo se hace hospitalaria para acoger a los cientos de visitantes que ayer se acercaron a la localidad para disfrutar de los actos organizados con motivo de los festejos. Actos que siguieron por la tarde con la celebración de un encierro «ecológico» en la Plaza del Ayuntamiento del pueblo. Una actividad con carretones en la que participan pequeños y grandes entre las carreras y algarabías propias de estas fiestas.

En la madrugada de ayer casi un millar de personas participaron en Vadillo en el encierro nocturno con un toro en cajón y dos vacas bajo una persistente lluvia. Fernando Ruiz asegura que «era impresionante el agua que caía. Era increíble, pero a pesar de todo el festejo se celebró porque la gente espera ansiosamente estos festejos y quieren toros».

La localidad prosigue hoy con las fiestas en honor de San Antonio y los actos comenzarán a las 12.00 horas con la celebración de una eucaristía en honor del Patrón. A continuación se realizará una comida popular en el parque del río y por la tarde un encierro mixto.