«Sal a la calle, a meter ruido, que para eso hemos salido?». Con esta ronda comenzaba el vistoso pasacalles que realizaban ayer las águedas de Corrales. Un desfile que convocaba a decenas de mujeres en la Plaza Mayor luciendo los trajes típicos del folclore zamorano. Indumentaria tradicional de Villardeciervos, de Carbajales, de Toro o de Sayago que adornaba y acompañaba la gracia y el salero de las mujeres en una fiesta puramente femenina y mayormente de casadas. «Dame licencia Señora, para empezar a cantar, estas cofrades casadas, te venimos a obsequiar. Ya estamos dentro del templo?». Era en la iglesia de Santa María Magdalena donde se celebraba la misa en honor a la santa italiana y donde se le obsequiaba con un reconocido homenaje a la aguedera más veterana, Ángela Pechero Costa, quien con 91 años se trasladó desde la capital acompañada por su hija para recibir de sus hermanas de cofradía una placa y un ramo de flores que recibió con sentida emoción.

El grupo de águedas de Corrales presidido en esta edición por Teresa Esteban Nieto, quien hace a la vez de secretaria y presidenta, es sin duda uno de los más numerosos de la comarca, con cien miembros que con un aportación anual de 35 euros organizaban, ayer las actividades lúdicas en torno a Santa Águeda. «Antes el Ayuntamiento aportaba alguna subvención, pero desde hace dos años ninguna asociación del pueblo recibe ayuda municipal», explicaban las directivas.

Una comida de convivencia y hermandad entre aguederas de distintas generaciones que se celebraba en el teatro del pueblo marcaba el ecuador de una jornada a la que por la tarde le seguía la procesión y el baile.

Por su parte, las mujeres de la localidad de Cerecinos de Campos rindieron, también, honores a Santa Águeda con diversos actos organizados por la Asociación Cultural Ceres, ya que no existe cofradía de la santa, y cuya imagen fue costeada y donada por la Asociación en los años 90.

La jornada dio comienzo con una recepción en la Casa Consistorial donde el alcalde entregó a la «Águeda Mayor» el bastón de mando y la medalla corporativa.

La celebración continuó con una eucaristía en la iglesia de Santa Marta seguida de la procesión con la imagen de Santa Águeda, portada por las mujeres cerecinesas, concluyendo en la iglesia de San Juan Bautista. La águeda mayor o alcaldesa de 2010, obsequió a los asistentes con dulces típicos y licores. La celebración prosiguió con una comida de hermandad.