Las limitaciones al tráfico pesado vienen impuestas por una galería existente en el pueblo del Castromil gallego y, al otro lado, por el viejo puente de piedra sobre el río Tuela, en Hermisende. La balconada está instalada en el medio del pueblo orensano, rayano al Castromil castellano, que cruza de una parte a otra la calzada de la carretera y que no permite el paso de los camiones debido a su altura y su estrechez. El puente de piedra sobre el Tuela, en el otro extremo de la carretera, también impide el paso de los grandes vehículos. A pesar de ser una estructura simbólica del patrimonio arquitectónico del municipio, el afán de algunos camioneros por cruzar queda patente en los desgastes de las piedras centrales a ambos lados del puente.

Las superación de estas limitaciones es una reclamación de los vecinos debido a las importantes modificaciones urbanísticas realizadas en los pueblos, tanto en la restauración de viejas viviendas como en la construcción de nuevas, que exigen la utilización de materiales de construcción de significativo tamaño. Los habitantes de Castromil disfrutan desde este año de una nueva ruta de acceso hacia la autovía Rías Bajas y la N-525 gracias a la pavimentación de un viejo camino que cruza la sierra del Marabón y que acorta en varios kilómetros el recorrido por la zona de Hermisende y Castrelos. Esta mejora constituía otra de las peticiones de mejora de las comunicaciones de la población fronteriza.