La Asociación para la Conservación y Estudio del lobo (Ascel) ha calificado de «hecho muy grave y desafortunadamente no inusual en Castilla y León» la «matanza furtiva» el pasado jueves de cinco lobos «por una cuadrilla de "cazadores"» en el término de Villanueva de los Caballeros (Valladolid) anexo al monte de El Raso de Villalpando.

Precisamente, la patrulla del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil ha iniciado una investigación sobre los hechos y ya se realizan gestiones para imputar a los autores de la matanza. Según todos los indicios se atacó a cinco lobos, de los que dos fueron localizados en la zona y los tres restantes no se encontraron el día de los hechos, por lo que se contempla la posibilidad de que se los llevaran, según han apuntado fuentes cercanas a la investigación.

En relación con estos hechos y, como primera medida, la Asociación para la Conservación y Estudio del lobo ha solicitado por escrito al Servicio Territorial de Medio Ambiente que «de manera urgente» paralice la concesión de capturas de lobos previstas para el día 12 de noviembre en los montes de El Coto y El Raso de Villalpando, por considerar que los ejemplares matados pertenecen al mismo grupo ubicado en estos montes. «Consentir que en esta zona se puedan cazar más lobos, dejaría muy a las claras el verdadero interés que la Junta de Castilla y León tiene en la conservación del lobo y podría hipotecar gravemente la supervivencia de las ya menguadas poblaciones lobunas de la zona», apunta Ascel en un comunicado hecho público a raíz de la noticia publicada por este diario sobre la matanza de lobos en las inmediaciones del monte del Raso.

La asociación incide en que este hecho se produce en una región en «donde el lobo sufre una enconada persecución furtiva que causa la muerte de no menos de 300 ejemplares cada año». Solo así se explicaría el «estancamiento poblacional en los últimos trece años, en los que el número de manadas censadas, entorno a 150, se ha mantenido a unos niveles similares». Para Ascel, el «apreciable repunte del furtivismo sobre el lobo en los últimos años ocurre principalmente por la inoperancia demostrada por la Junta de Castilla y León en perseguir estos hechos, sobre los que solamente ha realizado 9 denuncias en toda la Comunidad autónoma desde 1990».

La Asociación para la Conservación y Estudio del lobo cuestiona la política de la Junta, «claramente destinada a reducir drásticamente sus poblaciones». Y en ese sentido señalan que el Plan de gestión del Lobo, que próximamente será aprobado por la Junta, preve incrementar la caza de esta especie «hasta cuatro veces más que en la actualidad». Igualmente se cuestiona que en las Reservas Regionales de Caza de la Cordillera Cantábrica, que son terrenos gestionados por la Junta, «el lobo sufra una enconada persecución por parte de la propia Administración».

Desde Ascel se exige un actuación contundente contra el furtivismo, a través de una «práctica labor preventiva y policial para reducir dicha lacra, principalmente con una mayor presencia en las actividades cinegéticas, un mayor control sobre los precintos que se distribuyen para abatir lobos y que pueden servir para el blanqueo de ejemplares matados ilegalmente, así como un mayor control sobre los talleres de taxidermia que en muchas ocasiones constituyen el destino de muchos ejemplares matados. Además es fundamental aplicar sanciones a los infractores».

El grupo defensor del lobo felicita a las patrullas del Seprona de la Guardia Civil de Manganeses de Lampreaba «por la magnífica labor realizada».