Los lodos procedentes de las depuradoras urbanas e industriales contienen un porcentaje importante de materia orgánica que puede ser reutilizada en forma de compostaje como abono o sustrato. Para aprovechar esta situación, la compañía Biocompostajes Españoles ha ubicado en una zona estratégica de la provincia de Valladolid, cerca de la localidad de Velascálvaro, una planta piloto de reciclaje de lodos procedentes de depuradora. Casimiro Martínez, consejero delegado de la empresa, ha precisado que se trata de la mayor planta de este tipo en Europa y que empleará de forma directa a unas 20 personas. En la jornada de hoy María Jesús Ruiz, consejera de Medio Ambiente, ha inaugurado las instalaciones.

Casimiro Martínez ha subrayado la importancia del reciclado de lodos para evitar la contaminación de campos y acuíferos. "Estos lodos se manipulan en la planta y salen como un producto inerte, compostaje que puede utilizarse por ejemplo en agricultura o en el mantenimiento de campos de golf", señala. Para el proceso de reciclaje se ha tomado como modelo tecnología americana y de otros países, aunque los programas informáticos y los sistemas implementados finalmente "se han desarrollado en fábricas de la zona".

El sistema de reciclaje se realiza en varios pasos. Primero, la empresa transporta los lodos desde las decoradoras hasta las plantas en camiones contenedores. Una vez que llegan a la planta los lodos son pesados, analizados y valorados para su caracterización y son vertidos a una nave de melaje, donde una máquina mezcladora los envuelve con restos de biomasa, astillaje o desechos de poda verde. Para evitar el olor, la nave está equipada con filtros de aire. En este proceso, señala la empresa, se volatiliza el diez por ciento de la mezcla.

Control mediante sonda termométrica

Posteriormente, la mezcla es transportada hasta los túneles de fermentación, donde se introducen sondas termométricas capaces de enviar información al sistema informático. Estos túneles pueden almacenar hasta 200 toneladas de material, son herméticos y una vez llenos se conectan al sistema de refrigeración para comenzar la fermentación aeróbica natural. Otra sonda termométrica posibilita en esta parte del proceso controlar la temperatura y la ventilación.

Durante este proceso de fermentación la mezcla se reduce entre un 30 y un 35 por ciento, se volatiliza gran parte de los patógenos existentes y se biodegradan la mayoría de sustancias químicas. El proceso finaliza con una máquina cribadora que separará el compost listo para su aplicación del astillaje grueso, que volverá al proceso de melaje entrando de nuevo en el ciclo de compostaje.

Tal y como ha avanzado Casimiro Martínez, cuando se ponga en funcionamiento la planta recién inaugurada se estudiará la ubicación de otras posibles instalaciones para el reciclaje de lodos en la comunidad, teniendo en cuenta la cantidad de depuradoras de cada zona para que sea sostenible económicamente.