Hasta su salida del Gobierno de Castilla y León en 2015, Tomás Villanueva era visto por todos como el hombre con más poder económico de la comunidad, tras más de una década al cargo de la estrategia dineraria, pero cayó en desgracia por su supuesta vinculación con varios casos de corrupción.

Las investigaciones judiciales sobre la "trama eólica" y la "Perla Negra" estaban en su horizonte inmediato, había sido llamado a declarar como imputado en ambas causas para los próximos meses, pero su muerte ayer en su domicilio del municipio vallisoletano de Tordesillas acaba con esa vía judicial y con una vida familiar en la que se había guarecido, junto a su mujer y sus cuatro hijos.

Precisamente de su ámbito familiar llegó uno de los golpes más duros en los últimos años, cuando en 2010 vivió la muerte por un accidente de montaña de su sobrino Santos Villanueva -36 años-, en aquel momento secretario general de la Consejería de la Presidencia de la Junta y a quien todos veían con una enorme proyección política.

Tomás Félix Villanueva Rodríguez (Valladolid, 1953) pasó veinte años sentado en el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, inicialmente con Juan José Lucas y luego con Juan Vicente Herrera, primero como consejero de Educación y posteriormente como vicepresidente con plenos poderes en materia de promoción económica y también como responsable de la relación con las cajas de ahorros en pos de una fusión autonómica que finalmente no se dio y que fue una de sus espinas clavadas. Pero eso pareció empequeñecer cuando en abril de 2015, en puertas de las elecciones autonómicas, entró en escena la denuncia de la Agencia Tributaria ante la Fiscalía Anticorrupción por el supuesto pago de comisiones millonarias para facilitar la instalación de parques eólicos en Castilla y León y en la que supuestamente estaban implicados altos cargos de la Consejería de Economía y Empleo.

Y más aún cuando la Justicia abrió otra investigación por las supuestas irregularidades cometidas en la compra de un edificio administrativo en el municipio vallisoletano de Arroyo de la Encomienda, que pasó a conocerse popularmente como la "Perla Negra" por su color y su forma de barco y en referencia a la película "Piratas del Caribe". Con un carácter fuerte y serio, dejó marca en los consejos de Gobierno del Ejecutivo autonómico, pero también lo hizo en el PP, especialmente en el de Valladolid, donde fue un férreo presidente entre 1993 y 2008, cuando le relevó Ramiro Ruiz Medrano.

Ahora, y a pesar de pedir la baja voluntaria en las filas populares como consecuencia de su situación judicial, era presidente de honor del Partido Popular vallisoletano, pero el reciente congreso provincial dejó en evidencia que todos los aspirantes y nuevos dirigentes ponían terreno de por medio respecto a su gestión.