Las Cortes rechazaron ayer con los votos en contra de los grupos Popular y Ciudadanos y la abstención de la UPL las tres enmiendas a la totalidad presentadas por la izquierda a los Presupuestos Generales de la Comunidad y la Ley de Medidas Tributarias y Administrativas para 2017. De esta forma, las cuentas continúan su tramitación parlamentaria con la presentación de las enmiendas parciales, cuyo plazo finaliza hoy.

Las peticiones de devolución de los presupuestos que defendieron el PSOE, Podemos e Izquierda Unida no prosperaron debido a que los portavoces del Grupo Popular y Ciudadanos consideraron que no ofrecían una alternativa al proyecto presentado por la Junta para este ejercicio. También, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, destacó que se trata de un marco "sólido, social e integrador" que "atiende a la sostenibilidad de las cuentas públicas, denostada a veces".

La consejera defendió en el arranque del pleno su diseño presupuestario para 2017 y destacó que se trata de un proyecto "sólido, social e integrador" que "atiende a la sostenibilidad de las cuentas públicas, denostada a veces". Unos presupuestos dotados con 10.293,1 millones de euros, 449,5 más que en 2016.

El procurador de Ciudadanos Manuel Mitadiel coincidió con los grupos Socialista y Podemos e Izquierda Unida en el problema de "credibilidad" que arrastran los Presupuestos Generales de la Comunidad para 2017, así como el retraso en su presentación, pero defendió no sumar una "irresponsablidad" más a la actuación de la Junta de Castilla y León, y ofrecer soluciones "posibles" al paro, el envejecimiento o la despoblación. El portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, rechazó el "desastre" del proyecto de presupuestos para este año, ya que consideró son una "maniobra publicitaria" para esconder los recortes y la gestión de las "mismas políticas fracasadas" de las últimas dos décadas. Y el portavoz de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, calificó de "chanchullo" el acuerdo con Ciudadanos.