El próximo viernes Benavente contará con la presencia de Dia Mamadou, un escritor y cooperante senegalés que abordará en su charla "Persiguiendo un sueño" su experiencia en una patera cuando decidió salir de su país, Senegal, para llegar a lo que veía entonces como una tierra de oportunidades, Europa. Compartirá esta experiencia en la Jornada Técnica Intercultural organizada por el Ayuntamiento de Benavente en La Encomienda.

-¿Qué hace que un joven de veinte años decida dejar su país y aventurarse a una larga travesía en patera?

-Está la curiosidad de conocer del otro y después la realidad de un país donde hay pocas oportunidades para crecer y formarse. Yo soy una persona curiosa, que me gusta vivir, experimentar y conocer otras realidades y tenía ganas de formarme de lo mejor. Viendo el panorama de mi país, lo intenté del mejor modo posible y me fueron denegando los visados. Al final estás más desesperado y tienes más ganas de irte y, de manera incontrolada, decides meterte en un cayuco para llegar a España.

-¿Decide jugarse la vida?

-Tal y como lo has dicho. He perdido todo en esta travesía, familiares, amigos ... Son miles y miles de personas las que se han quedado en el mar.

-Cree que la gente está concienciada de cuál es la realidad de la inmigración?

-No, la gente no está concienciada a pesar de que muchos saben que existen problemas en países africanos, generados muchas veces por la relaciones norte-sur, que están fastidiando la vida de mucha gente. Hay gente que se enfrenta a todo, hay gente que paga un dineral para pagar un vuelo y venir aquí, gente que patea los desiertos para llegar aquí o que cogen cayucos.

-Algo habrá cambiado la percepción de la inmigración desde el 2006.

-Cuando yo llegué en 2006 quizás era difícil entender la realidad que podía empujar a un joven senegalés a venir aquí. Pero hoy en día, estando en un país como España, con la realidad que vive España, se entiende perfectamente. Ser joven, ser formado y tener experiencia y ves que el panorama no te permite trabajar en tu país, desesperadamente te vas. No se va la gente porque quiere, quiere crecer aquí con su familia, con sus costumbres, y salir cuando quiera no salir de manera obligada.

-Después de años en España, cuando ha vuelto a Senegal, lo ha hecho con una visión distinta de lo que es el "sueño de Europa".

-Pasa de ser desconocido a conocido. Es un proceso importante. Estar aquí permite conocer este territorio pero también te hace consciente de tu responsabilidad para ser autónomo. Si no se intenta hacer nada en mi país, en mi pueblo, en mi localidad, si no se van a Europa se irán a otros sitios.

-Se trata de buscar las oportunidades que le ofrece en este caso su país, Senegal.

-Ya haces que los ojos miren las oportunidades que están en casa. Cuando estás metido en un viaje, cuando estás fuera, no se ve lo que tienes alrededor. Era dejar de mirar el horizonte y ver que donde brilla el sol me esperaban las carcajadas.

-Así es como se llama su proyecto en Gandiol, su localidad natal.

-Hahatay, que significa carcajada, es un proyecto local que busca desarrollo local. Tenemos un proyecto educativo, cultural y de granja. También uno agrícola que estamos empezando. Lo que pretendemos es un desarrollo sostenible. El beneficio va para la comunidad. Llevamos tres años trabajando en él, pero también tiene un proyecto de voluntariado para acercar a África a los jóvenes de aquí para crear un espacio de encuentro para romper con los prejuicios.

-¿Cree necesario romper fronteras para lograr la integración?.

-Los espacios de encuentros son fundamentales para esa integración, que permitan una relación bidireccional y haya una riqueza de ambas partes. Las fronteras físicas es una vergüenza que existan y debería haber una conciencia humana que luche contra ellas. Pero están las fronteras morales, que creo que hacen más daño que las físicas. Tendrían que preocuparse todos los dirigentes del mundo en esto, que no existan fronteras, que el mundo sea la casa de todos.

-¿Qué es lo que le gusta de España?

-A mí España me encanta, es donde me he formado y donde me he enfrentado a la verdadera vida. Me gusta tanto que me voy a ir para poder ayudar a los míos.