El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, recordando sus tiempos de agricultor y ganadero en su tierra natal de Asturias, reclamaba ayer en el santuario de la Virgen del Campo en Rosinos de Vidriales, unos precios justos para el sector agropecuario. Ante centenares de vidrialeses que abarrotaban el santuario de la Virgen del Campo, el prelado se acercó al sector primario en tierra vidrialesa con motivo de la romería que se celebraba en la jornada de ayer.

Una calurosa jornada festiva que se iniciaba a las 10,30 horas con el III encuentro de pendones en la plaza de Bercianos de Vidriales. Desde esta localidad y con no poco retraso se emprendía la marcha de las enseñas del antiguo reino de León, en una cantidad superior a la veintena, procedentes de las localidades de la Valdería, de Jamuz, de Valduerna y de la Bañeza, junto a los pendones de Carracedo, Santa Cristina o del anfitrión, el de la Señora patrona de los vidrialeses. Desde el término de Bercianos, Villaobispo y Rosinos para llegar al templo mariano donde se iba a celebrar la solemne ceremonia religiosa de la procesión con las imágenes de los dos patrones de Vidriales, de San Lucas del Espíritu Santo con sede en la iglesia de Carracedo y de la Virgen del Campo en el santuario de Rosinos. La explanada del santuario se hizo romera un año más para que tanto enseñas ondeando al viento como las imágenes de los patronos del Valle portadas en andas y de los propios devotos procesionaran a los pies de este templo mariano rico en historia y devociones.

El pasillo que los paños damasquinados de los pueblos llegados hasta Rosinos hicieron ante la Señora de Vidriales suscitó no pocas emociones a los pies de la torre donde se encuentra el acceso principal al templo. El prelado de la iglesia asturicense con su mitra y báculo era testigo de excepción. El templo estaba ya a rebosar para dar comienzo a la solemne misa que venía a concluir el novenario dedicado a las parroquias del Valle y el párroco y rector del santuario, Miguel Hernández, podía estar satisfecho porque el esfuerzo realizado junto a la asociación amigos del santuario de la Virgen del Campo, hizo que todo saliera a la perfección.