Los vecinos de Castrogonzalo despidieron ayer las fiestas patronales con una gran animación, después de cinco días de citas lúdicas. La afluencia de gente ya se vio mermada en la jornada de ayer en que numerosas personas que han convivido estos días con los habituales vecinos ya han regresado a sus lugares de residencia. Pero aún así no faltaron a su cita los amantes de los encierros y pudieron volver a disfrutar de un encierro urbano con tres vaquillas y la suelta de hasta seis reses más en la plaza de toros que no ha visto llenar el aforo este año en las distintos actos programados. Los novillos que protagonizaron el concurrido encierro por el campo celebrado el domingo y que ayer se soltaron en la plaza volvieron a protagonizar algunos de los sustos de la tarde pero sin incidentes importantes que destacar. La suelta se prolongó hasta las nueve de la noche.

Tobogán acuático

Sin duda, la novedad de la jornada logró animar a niños y mayores. Un tobogán acuático de cien metros de longitud fue la atracción de la tarde. Según explicó el alcalde, es la primera vez que este tipo de atracciones se lleva a las fiestas de un pueblo de la zona, aunque también en Santa María de la Vega, que ayer finalizaban sus festejos, han optado por esta iniciativa.

Cuatro horas de diversión en un tobogán instalado en una de las calles principales de la localidad y zona de bares. Niños de más de seis años de edad, y también alguno no tan niño, se animaron a disfrutar de la atracción por la que se deslizaron para acabar en una balsa de agua.

La actuación del grupo de la comarca Zumo de Cebada puso el broche final a los festejos.