Varios conductores alertaron a la Guardia Civil de Zamora de la conducción negligente de un caminón cisterna, que circulaba dando bandazos por la A-52, en la mañana del pasado 27 de julio. El vehículo estaba destinado al transporte de mercancías peligrosas. Los agentes de la Benemérita lograron interceptar el camión en el punto 0.100 de la A-52, y sometieron al conductor a una prueba de alcoholemia que arrojó una tasa seis veces superior a la permitida para los conductores profesionales, de 0.15 mililitros por litro de aire expirado.

En el momento de la detención del camión, la cisterna, que había transportado peróxido de hidrógeno, iba vacía pero la cuba no había sido lavada. La inhalación, contacto e ingestión de los restos de ese producto son perjudiciales para la salud, motivo por el cual la normativa de transportes obliga a limpiar la cisterna después de realizar la descarga del producto.

Las diligencias instruidas fueron puestas a disposición del Juzgado de Guardia de Benavente. La conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas está penada con prisión de tres a seis meses o pena de multa de seis a doce meses o la pena de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En cualquier caso, se encuentra regulada la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores entre uno y cuatro años.