La música marcó el final de las fiestas patronales en Benavente. La Veguilla contó ayer con numerosas actuaciones que al principio estuvieron pasadas por agua y a partir de las seis de la tarde disfrutaron de un cielo despejado y buena temperatura.

Comenzó a animar las calles una charanga contratada por el colectivo de Charamandanga y sus amigos, con las habituales canciones que también pueden escucharse en las fiestas del Toro Enmaromado.

A las cuatro de la tarde la sesión de pinchadiscos en la calle Los Carros reunía a poca gente. A medida que el tiempo mejoró los jóvenes se fueron acercando para disfrutar de una sesión de DJS.

A la misma hora, un pub ofrecía la actuación de Ricky Galende en la plaza Juan Carlos I, logrando llenar la zona.

Más música en el Hogar de la Tercera Edad, actividad recuperada este año por la Concejalía de Fiestas que quiso así acordarse de sus mayores, así como en la plaza de la Madera para caras conocidas como la del benaventano Ángel Sevilla. "Waykas family" protagonizó la tarde y "Airband rock" amenizó el descanso.

Para las seis de la tarde la lluvia ya había parado y los más pequeños pudieron disfrutar de una carrera de cintas, montados en sus bicicletas, junto al pabellón de La Rosaleda. Todos los participantes recibieron un obsequio por participar.

A apenas unos metros se desarrollaba la feria de atracciones, muy visitada durante todo el fin de semana por grupos de familias y jóvenes.

La Asociación Las Candelas sacó a relucir los trajes tradicionales de la zona, misma indumentaria que llevaron por la mañana las representantes de la juventud y la infancia en las fiestas, que se levantaron a las nueve de la mañana para ser vestidas y peinadas para la ocasión. Nerviosas e ilusionadas, disfrutaron del día con familia y amigos. Para terminar, a las once de la noche sonaron las bombas fin de fiestas.