Un vecino de la calle Los Carros cuyas señas de identidad se corresponden con las iniciales R. C. ha dirigido un escrito a este periódico denunciando el incumplimiento sistemático de la Ley de Horarios de la Junta de Castilla y León y de la Ley de Ruidos y de la Ordenanza Cívica municipal sin que las autoridades locales, a las que se ha dirigido en sucesivas ocasiones, hayan tomado, según sostiene, cartas en el asunto.

El testimonio constituye una comunicación desesperada y una crítica a la permisividad municipal ante la falta de respuesta de las autoridades, pese a tener conocimiento detallado de los hechos.

Residente en la parte alta de la calle y usuario de una cochera en la zona, su relato de lo que ocurre todos los sábados en esta parte de la ciudad ofrece una imagen precisa de la presunta conculcación continuada de la normativa vigente.

"Denuncio públicamente el incumplimiento reiterado de la ley por parte de los bares de copas y de la gente que campa a sus anchas sin civismo ninguno por la zona las noches de los sábados. Se incumple el horario de cierre sistemáticamente de los bares y el volumen de la música es inaguantable a las seis, a las siete y a las ocho de la mañana", afirma y agrega: "se permite sacar a la calle vasos y botellas que acaban en su mayoría estrellados contra las fachadas y el suelo".

Del mismo tenor asegura que en la entrada de cocheras -singularmente en el número seis de la calle- se hacen todo tipo de guarradas: defecaciones, meadas, vómitos y rotura de cristales" que "impiden que nadie pueda entrar o salir". "Estamos -denuncia- ante un problema sanitario muy serio" con "un olor insoportable" al que los vecinos "tenemos que hacer frente".

Siempre según su denuncia, la presencia policial en la zona "es nula y brilla por su ausencia, y el aspecto que presenta la calle cuando amanece el domingo es de una autentica batalla campal".

Este vecino afirma también que el Ayuntamiento, al que asegura haber acudido para comunicar la situación "le pasa la patata caliente a la Policía Local y esta soluciona el problema diciendo que denunciemos cuando veamos a alguien orinando en la calle. Parece una tomadura de pelo cuando de dicha entrada de cocheras salen los orines a ríos calle abajo", sostiene.

Ante la falta de respuesta a sus denuncia, este vecino ha optado por reclamar públicamente "a los responsables de velar por la convivencia ciudadana" que pongan "los medios necesarios para minimizar en lo posible este desastre vergonzoso que sábado tras sábado sistematicamente venimos sufriendo las personas que vivimos aquí".