El Ayuntamiento de Benavente podría tener que devolver 300.000 euros al Ministerio de Industria concedidos en el marco del programa Reindus en 2010 y en 2011, al no haberse ejecutado las obras de urbanización del Polígono Industrial "Benavente III", fin por el que se había otorgado la ayuda según el Ministerio.

Los inspectores de la Dirección General de Industria han comunicado al Consistorio la resolución de dos informes técnicos provisionales a los que ya se presentaron alegaciones el 27 de julio, poco después de producirse el cambio de Gobierno en el Ayuntamiento benaventano. Aunque el procedimiento ha entrado en su recta final, el Ayuntamiento, que sostiene que no se ha producido tal incumplimiento, aún podrá presentar alegaciones.

Industria concedió una ayuda para el Benavente III en forma de crédito blando de 150.000 euros y concediendo dos subvenciones de 90.000 y 60.000 euros en el marco del programa de ayudas de reindustrialización en zonas afectadas por procesos de deslocalización de los sectores textil, de confección y otras actividades en 2010 y 2011. Para el Ministerio , el objetivo final del proyecto era la ejecución de las obras de urbanización del Benavente III. El dinero se empleó en la redacción de los proyectos, el paso previo.

La demora en los plazos previstos inicialmente en la memoria obedece a varias causas, según ha argumentando en sus alegaciones el Ayuntamiento benaventano. La extensión y complejidad de los trámites administrativos que fueron precisos para la aprobación de los instrumentos de planeamiento y gestión urbanística hasta llegar al momento de la urbanización es la primera de ellas. Primero era preciso modificar el Plan General de Ordenacion Urbana y seguidamente se iniciaba un periodo de complejos trámites. La modificación del PGOU se aprobó inicialmente en noviembre de 2010, y el último informe preceptivo y vinculante para continuar con los trámites, el de la Confederación Hidrográfica del Duero no llegó hasta el 11 de julio de 2011. El Ayuntamiento aprobó provisionalmente el documento, pero su aprobación definitiva y su publicación dependía de la Comunidad Autónoma. La aprobación definitiva no se produjo hasta el 25 de noviembre de 2011 y la publicación tardó aún mas. No tuvo lugar hasta el 26 de marzo de 2012, un año y medio después de la aprobación inicial del documento. Estas contingencias ralentizaron temporalmente la continuidad del proyecto.

El Ayuntamiento adjudicó el 12 de enero de 2012 la redacción del plan parcial y lo adjudicó antes de la publicación del instrumento de ordenación general. Fue aprobado inicialmente en junio de 2012 y el último informe preceptivo y vinculante para continuar con los trámites, que correspondía al Servicio Territorial de Medio Ambiente, no llegó hasta 18 de mayo de 2014, aprobándose en pleno de noviembre de 2014: otra prueba más de la complejidad del proceso y de la dependencia de decisiones de órganos supramunicipales, como ha alegado el Consistorio.

La segunda causa en la que se basa la demora alegada, es la coyuntura económica sufrida en los últimos años, que no ha paralizado la inversión pública, pero si ha ralentizado su desarrollo debido a un endurecimiento en los requisitos de endeudamiento para acudir al crédito. "Precisamente este contexto de crisis ha sido invocado desde diferentes ámbitos para justificar el actuar de las administraciones públicas, incluso ha sido invocado por los legisladores para afrontar reformas legislativas", ha recordado al Ministerio el Consistorio.

A las causas expuestas se suma el corrimiento de tierras en los Cuestos de la Mota, que "afecto de forma negativa en la inversión productiva prevista en esos años en el Ayuntamiento, ya que el importe de la actuación de consolidación fue muy elevado, en torno a tres millones de euros, por las características del terreno y la complejidad de la solución técnica". "Esto hizo que la ratio del endeudamiento pasará del 71,73% al 88,74% de los ingresos corrientes liquidados, y que se tuviera que solicitar un préstamo para poder ejecutar las obras de reconstrucción", abunda el Consistorio en las alegaciones presentadas hasta la fecha.

A todo esto hay que sumar la expectativa de subvención que en los marcos presupuestarios de los años sucesivos tenía el Ayuntamiento, y que fijó unos plazos de ejecución con la expectativa de obtención de subvenciones del Ministerio de Industria en todos los años de desarrollo del proyecto, si bien las ayudas se cortaron en 2012. "Aunque no se puede negar que las previsiones de plazos previstos en la memoria no se han ajustado a la realidad, los fines para los que se pedía la subvención (redacción de la documentación técnica previa a la urbanización) sí se ha cumplido. Además no se puede decir que el objetivo final no se haya cumplido, ni se vaya a cumplir, sino que se ha ralentizado en los tiempos por las razones alegadas", sostiene finalmente el Consistorio.