Bomberos y Policía pudieron verse ayer por la mañana en el colegio San Vicente de Paúl. Nada grave sucedió, pero nunca se sabe cuándo puede ocurrir. Por ello la salida al patio en torno a la una de la tarde de todo el personal que estaba en el interior del centro se organizó como si de una emergencia se tratase. En poco más de cuatro minutos se desalojó el edificio, ayudando los estudiantes de cuarto de Educación Secundaria a formar una cadena humana en la calle para que los más pequeños no se desviaran del camino.

El simulacro de evacuación se realizó en tiempo y forma, según la dirección, y al finalizar, los bomberos hicieron las delicias de los más pequeños con la "amenaza" de agua de las mangueras.