La escultura de la Virgen del Carmen que sufrió daños al caer el suelo cuando era procesionada el pasado domingo por las calles de Arrabalde, es una talla barroca de «importante» valor artístico. Los primeros análisis de los técnicos del equipo astorgano de restauración, «Casanova», revelan que la imagen es «muy buena» y se debe a una época entre los años 1680 y 1710, aseguraron ayer expertos de este equipo de restauración, apuntando al estilo barroco puro en el que se aprecian todavía trazos manieristas.

«De principios del barroco, pero es barroco puro», definía ayer el técnico José Luis Casanova a cuyo equipo de restauración encargaba el párroco de Arrabalde, Pedro Aparicio Blanco, las tareas de restauración de la talla desplomada al suelo cuando era procesionada el domingo con motivo de celebrarse en esta localidad la festividad de santa Bárbara y como publicaba este diario el lunes pasado.

Madera de nogal

La imagen de la Virgen del Carmen está hecha en madera de nogal negro y consiste en una talla de madera policromada con factura de tres piezas en lugar de un tronco redondo. Los tres cuerpos están encolados y debido al impacto desde las andas al suelo, la cola perdió su poder de adhesión. Esta talla de Arrabalde es de poco más de 1 metro y un peso de 40 kilogramos representando a la Virgen del Carmen con el Niño Jesús en brazos. Una discutida intervención de mejora en la escultura realizada hace unos años la repintó en su totalidad con pintura de titanlux llegando a revestirla de un imperfecto cromatismo, aunque sí muy vistoso para ser lucido.

Debido a su caída de las andas, la imagen sufrió graves desperfectos en la cabeza, desgajándose el rostro y permitiendo la visión de su oquedad, la mano derecha de la Virgen sufrió daños en varias de sus falanges, así como el brazo izquierdo del Niño Jesús y pequeños astillajes de la madera del conjunto de la talla.

Por lo pronto, y desde el martes, la talla se encuentra ya en los talleres en proceso de restauración con la primera fase de intervención a base de un tratamiento de desinfección ante xilófagos. Unas tareas de cuarentena a las que siempre recurre este avezado equipo de expertos en restauración de obras de arte, de tallas, conjuntos escultóricos y retablos para prevenir que la madera sea afectada por la carcoma. A través de un estudio «científico» se procede a evaluar los daños con exactitud para realizar la intervención que proceda en este caso concreto, apunta el técnico restaurador. En un siguiente paso de intervención se procede a la retirada de materiales cromáticos y del falso oro con que está bañada la pintura. Posteriormente se inician los trabajos de recomposición de la madera en todas sus partes afectadas.

En los próximos meses, la talla de la Virgen del Carmen de la parroquia de Arrabalde volverá a ocupar su sede en el camerino del lateral de la iglesia. Cuando salga de nuevo a la calle en procesión, lucirá con la elegancia y esbeltez con la que fue realizada por su autor mostrando toda su pureza de trazos y su cromatismo original. Eso sí, en esa ocasión, a bien seguro que irá mucho más sujeta a sus andas.